Director de Infraestructuras de la Concejalía de Urbanismo de Fuenlabrada, Javier Carvajal: es importante tener la idea de que esta es una actuación que tiene que ver con el conjunto del municipio
Se sabía que ocurriría, y esto es solo el comienzo. Lo contaba el propio Director de Infraestructuras de la Concejalía de Urbanismo de Fuenlabrada, Javier Carvajal, el pasado mes de septiembre, a este medio. Carvajal aseguraba que el plan, en su conjunto, iba a ocasionar algún que otro escollo a los vecinos y vecinas de nuestra ciudad. Pedía ya por entonces comprensión. "Es importante tener la idea de que esta es una actuación que tiene que ver con el conjunto del municipio", explicaba, "y que no es un parche". Aún así, aseguraba que "no se va a paralizar la ciudad" y que "hay una planificación de las obras". También lo advertía el propio Ayuntamiento de Fuenlabrada el pasado mes de septiembre, cuando se acometieron los primeros trabajos. En un comunicado enviado por escrito y repartido por buzoneo en los barrios afectados, el consistorio se adelantaba a los posibles contratiempos que pudiesen generar las obras y pedía "disculpas de antemano por las molestias que, sin duda, se originarán en los próximos meses en las zonas de actuación".
No obstante, la intención es que Fuenlabrada pueda estar ante el principio del fin de uno de sus grandes problemas: las reiteradas inundaciones de las calles en temporada de lluvia. El convenio entre ayuntamiento y Canal de Isabel II asciende a más de 62 millones de euros, repartidos en más de 50 actuaciones por todo el municipio. Estas actuaciones, que se desarrollarán durante los próximos 10 años, tienen por objeto mitigar los efectos de las lluvias torrenciales que se vienen produciendo cada vez con más intensidad y frecuencia.
Además de "ampliación de la red de saneamiento municipal, la instalación de nuevos colectores que amplíen la capacidad hidráulica de la actual red", Carvajal nos detallaba en su momento que el "futuro" de esas obras es construir "unos grandes depósitos que se llaman 'tanques de tormentas', y que son una especie de 'apartamentos' de agua". Carvajal detalla que la intención es que estos tanques "sirvan para que, en el momento de la tormenta, se pueda almacenar el agua y, una vez finalice la lluvia, se pueda, con más calma y tranquilidad, vaciar ese agua a los arroyos".