La llegada de octubre trae al Montakit Fuenlabrada uno de sus mayores retos en los últimos años. Tras la triunfante campaña pasada con las riendas del equipo en manos de Jota Cuispinera y la consiguiente clasificación para Copa del Rey y Playoffs, nuestro equipo se ha preparado para una ilusionante y dura temporada donde compaginará la Liga ACB con la nueva Eurocup, lo que supondrá un mayor reto si cabe.
Pocas conclusiones se pueden sacar del equipo tras una decepcionante pretemporada donde no se ha conocido el triunfo en los 5 partidos disputados, todos ellos marcados por los problemas físicos que han arrastrado los hombres de Jota.
Marko Popovic, Chema Gonzalez, Moussa Diagné y Paco Cruz han sufrido diversos problemas físicos que les han hecho perderse algún encuentro de preparación, mientras que la ultima incorporación, el base sueco del FC Barcelona Lassa Ludde Hakanson, todavía no ha debutado con el equipo al haber estado disputando el pre europeo con Suecia.
La falta de ritmo en ataque ha propiciado unos malos porcentajes en el tiro exterior mientras que el no estar en el punto físico ideal ha causado severos problemas defensivos durante la preparación, preocupando sobre todo la defensa de espaldas al aro.
El domingo, ante el Dominion Bilbao Basket, el Fuenla tendrá el primer episodio de una larga película
Pero todo esto se olvida cuando hablamos de un Montakit Fuenlabrada que debutará en Liga ACB ante su afición en un, a buen seguro, abarrotado Fernando Martín con la intención de volver a soñar.
El primer invitado será Dominion Bilbao (Domingo, 12:30), que esta vez vendrá con un conocido como es Jonathan Tabu que decidió salir para jugar con su compatriota Hervelle.
Tras esto comenzará la maratón de dos partidos semanales donde el equipo viajará a Badalona para enfrentarse a la Penya en viernes y recibirá en casa a un renovado Unicaja. Y, por fín, el miercoles 12 el equipo volverá a los focos de Europa para medirse al Alba Berlín en un exigente grupo que complementan Bilbao Basket, Khimki y Lyetuvos Ritas donde solo uno se quedará fuera del Top 16.
La exigencia será tremenda para un equipo que a priori parece justo tanto en plantilla como en físico para competir dos veces por semana durante 5 meses, pero si algo ha demostrado este equipo con Cuspinera a la cabeza es que nada se puede dar por sentado y que, en palabras de su capitán Popovic: Nada acaba hasta que acaba.
En Fuenlabrada no hay expectativas para esta nueva y dura temporada, solo la ilusión de volver a disfrutar de un equipo capaz de lograr cualquier objetivo sin que ya suponga una sorpresa para propios y extraños. Llega la hora del Montakit Fuenlabrada.