Hace precisamente un año, arrancaba el proyecto Cabeza, Corazón y Alma de nuestro C.F. Fuenlabrada, tres características que, sin duda, definen a la perfección al líder de este proyecto. “Elegí el Fuenlabrada porque es el equipo de mi ciudad, donde he crecido y surgió la oportunidad de coger las riendas de un proyecto tan bonito como este”, nos cuenta Jonathan Praena, presidente del conjunto azulón.
Este empresario fuenlabreño, criado en el barrio de la fuente de las escaleras, tiene un sueño, como diría aquel: “¿Llegar a Primera división algún día? No tenemos frenos. Vamos a ir despacio, porque primero tenemos que salir del pozo de Segunda B, que es una categoría muy complicada”.
Proyecto a largo plazo
Tras cumplir un año en la presidencia, el máximo dirigente azulón reconoce que no se arrepiente de nada, aunque si tuviera que cambiar algo sería el haberse metido antes en la dirección de la entidad.
Para el presidente, a pesar de las críticas que se hayan podido escuchar, “el proyecto no ha fracasado todavía. Simplemente ha habido un cambio de entrenador que, ni mucho menos, era la base del proyecto. Ni el entrenador, ni los jugadores, ni yo mismo, somos tan importantes como para eclipsar a la propia entidad”.
No nos gustó a ninguno de los miembros directivos la decisión de destituir a Fernando Morientes
Una decisión dura
Aún sigue coleando la decisión que tomó Jonathan en el pasado mes de febrero. La destitución de Fernando Morientes como entrenador del Fuenla fue dura: “No nos gustó a ninguno tomar esa decisión”.
Una decisión que, también, ha tenido que tomar durante este verano con varios ‘jugadores bandera’ de nuestro club. Ese fue el caso de Pachón o de Borja Díaz. “La decisión de no continuar en el club siempre es dolorosa y cada uno se lo toma como buenamente puede”, nos asegura el presidente.
Ilusionado con el equipo
La parte buena del fútbol es que te permite empezar de nuevo cada verano. El líder azulón está convencido de que será un gran año: “estamos tirando un poco más por la veteranía, jugadores que conozcan la categoría, que sepan lo que hay que hacer, cometer los mínimos errores posibles y en junio del año que viene veremos si hemos hecho bien los deberes”.
Unos deberes que, además, pasan por conseguir una plaza en Segunda división con el equipo de fútbol sala, algo, que en principio, se antoja muy complicado. “No depende de nosotros. En las próximas semanas sabremos algo”.
El Fuenla, como él mismo reconoce, le quita muchas horas de sueño, pero, al final, merece la pena, ya que todo es por el Fuenlabrada y por nuestra felicidad.