El próximo 22 de diciembre el Moncayo, colegio concertado de Fuenlabrada, organiza un gran Belén Viviente en el que participan más de 400 escolares y que convierte las instalaciones de su centro educativo en una recreación de la que fue la aldea de Nazaret, lugar en el que la historia marca el nacimiento de Jesús, según la tradición cristiana.
Esta primera edición del Belén Viviente, que nace con vocación de continuidad, será el más grande de los que se celebran en la Comunidad de Madrid durante estas fechas. Alrededor del 60% de los escolares participan en una jornada festiva que pretende ser una actividad navideña que sirva para llenar de magia y de ilusión el centro con esta propuesta de viaje al pasado.
Desde hace semanas, escolares, profesores, padres y madres preparan con ilusión y constante trabajo las escenas del Belén y de la aldea de Nazaret con el objetivo de recrear el ambiente histórico de la Galilea de Jesús de hace 2.000 años. Toda la comunidad educativa participa en la construcción de todos los escenarios que se han realizado con material reciclado. Y los alumnos y alumnas participantes, así como el personal del centro y familias, vestirán los atuendos de la época para convertirse en pastores y pastoras, herreros, ángeles o soldados romanos.
Los visitantes podrán recorrer una veintena de escenas que cuentan la historia del nacimiento. Así se verá la Anunciación, el censo, la posada, el castillo de Herodes, la panadería, la herrería, la frutería, las tejedoras, la carnicería, la zapatería, los artesanos, la ganadería, los huertos, las lavanderas, el Misterio, el coro, los pastores y los Reyes Magos.
Las familias y los vecinos de Fuenlabrada podrán visitar el Belén Viviente en dos pases: uno de 10:00 a 11:00 horas y otro de 11:30 a 12:30 horas.
Los estudiantes, los profesores y los padres y madres trabajan desde hace semanas en la construcción de las escenas que se realizan con materiales reciclados
Inma Gordon Olmedo, una de las coordinadoras del Belén Viviente, cuenta cómo surgió esta iniciativa: “tras la pandemia, quisimos poner en marcha algún evento que volviera a involucrar a todos: alumnos, padres, madres, profesores y personal. Y consideramos que sería buena idea organizar un Belén para que los niños y niñas conocieran la historia del nacimiento de Jesús, no solo como acontecimiento religioso sino también como un hito que ha marcado nuestra cultura. La idea fue acogida de muy buena manera y enseguida se apuntaron voluntariamente decenas de chicos y chicas y todos nos hemos involucrado enormemente dando ideas, aportando material, trabajando en la construcción de las escenas, buscando los trajes, los materiales…”