No pudo ser. Se intentó, y casi lo tuvimos. Pero se notaba qué equipo se estaba jugando la vida y quién no. El Fuenlabrada se enfrentaba al Toledo en el Fernando Torres, en un partido que nos depararía una gran sorpresa: la despedida de Sergio Pachón.
Puede ser que por esa razón –y porque Matas estaba lesionado- Visjnic le diese la oportunidad de llevar por última vez ese brazalete que tanto ha lucido por los tapices españoles y de ser la referencia del equipo al que tanto ama.
El Toledo llegaba jugándose los playoff. Necesitaba ganar. Y ganó. El Fuenlabrada intentó dar la cara en todo momento y, en muchas fases del encuentro, fue mejor que el equipo de Onésimo. De hecho, tuvo algunas ocasiones para empatar el partido, pero los errores arbitrales y la mala fortuna se cebaron con los fuenlabreños.
La primera parte fue gris, como la tarde. Ninguno de los dos equipos hizo trabajar demasiado a los porteros y el encuentro se jugaba en la medular. Presión y posesión fueron los aliados de ambos conjuntos. Pero solo eso: presión y posesión. Los porteros no tuvieron que intervenir demasiado y los delanteros eran meros espectadores del juego, que, de vez en cuando, peleaban por conseguir algún balón. Así, y con este panorama, nos fuimos al descanso.
Durante ese tiempo, el club homenajeo a las categorías inferiores que habían logrado el ascenso. Entre ellos, el equipo de fútbol sala de Rubén Barrios. Vaya temporada la de los azulones, que casi con total seguridad la temporada que viene jugarán en una categoría superior.
La segunda parte empezó con el gol de Cristóbal. No nos habíamos sentado en la butaca, cuando Cristóbal, en un error en la marca de la defensa fuenlabreña, regateó a Isma y marco el único gol del encuentro. Un gol que vale, por el momento, su peso en oro. El oro de jugar los playoff.
El Fuenla se repuso y lo intentó, sobre todo con la entrada de Noguera y Ortiz al terreno de juego por Tito y Borja Sánchez. Velasco tuvo la ocasión más clara, pero el balón no quiso entrar. No era el día del Fuenla.
El Toledo cerró bien las líneas y espero a que el árbitro pitara el final. Un final que desató la alegría de los toledanos, que vuelven a depender de ellos mismos para jugar los playoff.
Gracias Capi
El club nos tenía reservado una sorpresa a todos los aficionados y en especial a él, antes de abandonar el Torres. Sergio Pachón, sin decir nada, había decidido dejar esto de la pelota. Y el club quiso homenajearle. Todas las categorías del C.F. Fuenlabrada saltaron al campo para despedir y abrazar a Pachón; sus compañeros junto con el staff técnico le hicieron un pasillo, que logró emocionar al capitán fuenlabreño; y los aficionados vitorearon a su ídolo sin cesar. Así, Pachón dice adiós al fútbol, pero no al Fuenlabrada, al que seguirá, seguro, muy ligado. Gracias capi por tu valía y tu entrega a estos colores. Nuestros colores. Tus colores.