@ZairaDance
“No te pongas al sol, que te va a dar una insolación”; “ponte a la sombra”; “tienes que beber agua”… ¿Cuántas veces hemos oído estas frases a nuestras madres, tías o abuelas? En pleno agosto y con casi 40º de calor día sí, y día también, es común encontrarnos decaídos y bajo mínimos, pero debemos saber qué hacer cuando una ola de calor asola nuestra ciudad.
El sol: nuestro peor enemigo
Durante los meses de verano, los mensajes procedentes de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) son constantes y debemos prestar atención a lo que se dice sobre el tiempo.
Por ello, hemos querido hacer un breve resumen y mostraros los consejos y recomendaciones que debemos seguir para pasar un verano lo más “llevadero” posible. Para empezar, debemos saber que evitar salir a la calle, sobre las 12:00h y las 16:00h de la tarde, es algo imprescindible.
De igual forma hay tener en cuenta los siguientes puntos: beber mucha agua para hidratar nuestro cuerpo; evitar hacer ejercicio al aire libre; las personas mayores de 65 años y los niños deben estar siempre vigilados continuamente para no sufrir golpes de calor; uso de ropa transpirable, vaporosa y de colores claros; comer alimentos fríos, preferiblemente, y ricos en agua; e intentar pasar el mayor tiempo posible a la sombra.
Las altas temperaturas son un verdadero peligro en los meses de verano / Imagen: ChameleonEye
Síntomas y consecuencias de una ola de calor
Es cierto que el calor puede jugarnos una mala pasada, sobre todo en personas que poseen la tensión baja o que sufren de mareos. Las olas de calor provocan desde irritaciones en la piel y calambres, hasta subidas de temperatura repentinas pudiendo llevarnos, incluso, a la muerte. Esto se debe a que nuestro organismo está compuesto de un 70% de agua, y la pérdida de la misma y de sales minerales debido al sudor, hace que suframos síntomas como dolor de cabeza, mareos, debilidad muscular, e incluso calambres, náuseas y vómitos.
Afortunadamente puede evitarse en la mayoría de casos, pero es necesario saber qué hacer en caso de que suframos un síncope de calor. Las personas con problemas respiratorios, enfermas, personas mayores y niños son el subgrupo de población más propenso a sufrir estos síntomas.
La hidratación y la regulación de la temperatura corporal, factores clave para vivir un verano sin "sustos" / Imagen: Sunny studio
Para comenzar, debemos realizar los primeros auxilios: lo más rápido y eficaz es llevar a la persona a la sombra, colocarle las piernas en alto y darle agua fría o con sales minerales para que el organismo se recupere y debemos enfriar su cuerpo abanicándole o mojar el cuerpo con agua.
Consejos contra el calor
Una de las formas más eficientes de combatir el calor del verano es alimentarnos e hidratarnos el doble de lo que solemos hacer habitualmente. Alimentos como la sandía, el gazpacho, las ensaladas, y las bebidas como el zumo, los granizados y, por qué no, una cerveza bien fría -aunque debemos saber que el alcohol deshidrata- por lo que no es muy aconsejable, nos ayudará a mantener los niveles de líquido adecuados para no sufrir un síncope de calor.
¡Disfrutemos del verano, y aprovechemos el calor para comernos un helado y bañarnos en la playa!