Acabamos de empezar un nuevo año, y como siempre, nos planteamos una serie de deseos de cara al nuevo periodo que se viene. En primer lugar, quiero desearos a todos y todas, un feliz año 2022, que seáis felices y que consigáis vuestros deseos. 2021 fue un año duro, la maldita pandemia afectó a nuestras vidas de un modo inmisericorde, mando un recuerdo a todas las personas que se nos fueron y mucho ánimo a sus familiares y amigos.
Hace ahora un año, Filomena causaba estragos en nuestra ciudad y una vez más sacó lo mejor de casi todos nosotros, Fuenlabrada nunca nos falla, vecinos y vecinas retirando nieve y haciendo pasos seguros en aceras, caminos…, gente que se ofrecía a hacer la compra a personas con problemas de movilidad, muchos gestos y actos de solidaridad que deben quedarse en nuestra memoria. Pero también vivimos durante el 2021, el cierre de servicios sanitarios en nuestra ciudad (las urgencias del Arroyo, el consultorio de Parque Miraflores, el recorte de horario en el centro de salud de Castilla la Nueva…) en plena pandemia, cuando más los necesitamos.
Es imprescindible que defendamos la sanidad pública, la que siempre nos cuidó y veló por nuestra salud
No es de recibo que tengamos cerrados instalaciones sanitarias, no es de recibo que se maltrate desde el gobierno de la Comunidad a nuestros sanitarios, a quienes nos cuidan y velan por nuestra salud. No es te extrañar esta situación en la Comunidad Autónoma que menos invierte por habitante en Atención Primaria a pesar del pírrico incremento en estos presupuestos seguimos siendo los últimos, mientras que en Euskadi o Asturias se invierte casi 2.000€ por habitante en nuestra comunidad son 1.300€ por madrileño.
A finales de diciembre, justo en el arranque de las fiestas navideñas, el gobierno de Ayuso publica un anteproyecto de 215 páginas que afecta a muchos aspectos de nuestra vida y que puede ser un golpe de gracia contra la sanidad pública madrileña. Es imprescindible que defendamos la sanidad pública, la que siempre nos cuidó y veló por nuestra salud. No podemos permitir que la sanidad se convierta en un negocio que la inmensa mayoría de la población no puede pagar. Acabo estas líneas, deseándoos nuevamente un FELIZ 2022 que nos traiga felicidad y un mundo más justo y solidario.