La polémica sobrevuela de nuevo la actividad política en nuestra ciudad. En esta ocasión, el foco está puesto sobre un altercado que salpica a dos grupos municipales en la Oposición del Ayuntamiento de Fuenlabrada, en concreto, a las formaciones de VOX y Unidas Podemos.
Para contextualizar la situación, tenemos que remontarnos hasta las elecciones celebradas el pasado día 10 de noviembre de 2019, cuando un apoderado de Unidas Podemos en el CEIP Rayuela mostró un comportamiento que, tal como apunta VOX, le ha valido "una condena por un delito de coacciones" , según la sentencia del Juzgado de Instrucción número 2 de Fuenlabrada. ¿El precio a pagar? Una multa de seis euros diarios, durante dos meses.
Altercado en la jornada electoral
La formación, liderada por Isabel Pérez en Fuenlabrada, señala que las acciones se dirigieron contra un simpatizante. De hecho, señala al apoderado por "coger una papeleta de VOX y romperla". Además, en fragmentos de la sentencia que VOX recupera, se explica que el condenado profirió comentarios como “conozco la Ley Electoral y puedo hacerlo, he roto una papeleta de VOX para hacer una boquilla de un cigarro o “no estoy de acuerdo con VOX, a VOX lo ataco”.
Unidas Podemos valorará emprender acciones judiciales una vez tenga la sentencia en la mano
Esto es lo que nos cuenta Unidas Podemos
Aunque, el edil de VOX, Carlos Martínez, confía en que "incluso la organización de Unidas Podemos, reprochará este gesto", el grupo municipal aún no se ha pronunciado al respecto públicamente, pero, lo cierto es que desde Soyde. nos hemos puesto en contacto con el portavoz de la formación en Fuenlabrada, Pedro Vigil, que está a la espera de la sentencia para, "una vez con ella en la mano, poder tomar las acciones judiciales que consideremos oportunas", ha explicado. Además, Vigil ha manifestado su disconformidad por el modo en que se está tratando esta información, considerando que "no está respetando el derecho a la intimidad del condenado, pero sí del simpatizante de VOX".
En este sentido, el portavoz de la formación morada aclara que la persona a la que se condena en la sentencia "todavía no ha leído la sentencia porque no se encuentra en su domicilio". De hecho, tampoco se presentó a la citación judicial, por esta misma razón. "Recibió la citación en su domicilio, pero él trabaja fuera y no pudo comprobarla", asegura Vigil.