Hubo un tiempo en el que la Navidad en Fuenlabrada consistía en disfrutar de un espectáculo de títeres en la calle, escuchar el pregón de Navidad de Miliki y su hija o de Teresa Rabal desde el balcón del antiguo Ayuntamiento, participar en un belén viviente, ver la película de la Historia Interminable en la Casa de la Cultura de la calle Honda, asistir al circo de la calle Leganés por 300 pesetas o recorrer la calle de la plaza, aún con tráfico, ensimismados por los ¡40 arcos! de luces que adornaban el trayecto entre la Plaza de España y la calle Luis Sauquillo. Un punto, por cierto, en el que la calzada se estrechaba tanto que las carrozas de la cabalgata de reyes tenían que recortar el ancho de sus medidas para pasar por allí la noche del desfile... hasta que una de ellas, realizada por la antigua asociación de Amigos de Madrid, se atrevió a diseñar un enorme pavo real con las alas extendidas que excedían con mucho aquel embudo urbano, pero que gracias a un ingenioso invento aquellas coloridas alas se doblaban para permitir el paso del enorme animal. Fue tanto la espectacularidad de aquella carroza que incluso ocupó la portada de la revista municipal.
Hoy los tiempos han cambiado mucho y parece que la Navidad consiste en llenar las calles y plazas de luces, de arbolitos con más luces aún... todo repleto de leds parpadeantes que hace de nuestras ciudades una copia de Las Vegas más que un recuerdo a aquel Portal de Belén que se supone conmemoramos por estas fechas. Fuenlabrada ha tratado de resistirse a la moda lumínica, pero, en cierto modo, ha sucumbido al brillo navideño, aunque sigue conservando parte de la tradición que los fuenlabreños y las fuenlabreñas conocimos en nuestra infancia de la década de los 80 y los 90.
Hoy celebrar la Navidad es transitar por el Paseo de la Navidad, un recorrido que comienza en la Plaza de la Constitución, delante del nuevo Ayuntamiento, y termina en el Recinto Ferial de la calle Extremadura (aun no me atrevo a llamarle antiguo recinto ferial). Reconozco que, como a tantos miles de fuenlabreños, me gusta recorrer esas calles de la ciudad de la mano de mi hija pequeña porque de alguna forma supone también realizar un viaje por el tiempo recordando cómo eran esas misas calles cuando teníamos la edad que ahora tienen nuestros hijos. Y esa mezcla de nostalgia ochentera con la felicidad de nuestros peques hace que se disfrute mucho del camino.
Ideado por el Ayuntamiento en el año 2021, el Paseo de la Navidad fuenlabreño tiene un recorrido de unos tres kilómetros que comienza en el gran árbol navideño de más de 20 metros de altura de la Plaza de la Constitución. Alrededor de él, se sitúan las casetas del mercado navideño donde podemos adquirir productos artesanales y el gran escenario que sirve de centro neurálgico de las actuaciones del amplio programa musical y cultural. Este año, como novedad, podemos ver un precioso Belén Medieval montado por la Asociaciones de Belenistas de Madrid que es la misma que monta el Belén de la Puerta del Sol.
La ruta navideña discurre por la calle Hungría y el Paso de Roma hacia el puente de la calle Móstoles donde se levantan otros árboles de Navidad en el Huerto del Cura y a la salida del paso subterráneo. Llegamos entonces a uno de los primeros puntos destacadas del recorrido en la calle Cruz de Luisa donde varios arcos luminosos son conducen a la histórica fuente de la Cruz de Luisa que tras su restauración hace unos años luce sus mejores galas y nos recuerda el origen del nombre de Fuenlabrada (Fuente Labrada).
Tras cruzar Luis Sauquillo, entramos en la calle de la Plaza donde más arcos de luces nos recuerdan esa calle Larios de Málaga pero al estilo fuenlabreño. Al llegar a la calle de la Lechuga, a la izquierda vamos hacia la Plaza del Tesillo donde nos espera el rincón sostenible con figuras navideñas hechas de vidrio reciclado y un enorme regalo navideño que esconde una pequeña granja. Volviendo sobre nuestros pasos es imprescindible acercarse a la Plaza de Poniente donde encontramos el Espacio Municipal de Los Arcos y que este año acoge el espectáculo de autómatas que hará las delicias de los más pequeños. Los protagonistas de los cuentos infantiles nos cantan los villancicos más tradicionales.
De vuelta a la calle de la Plaza seguimos la ruta hasta la Plaza de España donde encontramos varias atracciones para los más pequeños y el trineo de Papá Noel donde podemos pararnos para hacernos una foto muy navideña.
Salimos de la Plaza de España para seguir la Ruta de la Navidad por la calle de la Iglesia y la Plaza de Francisco Escolar. En la puerta de la Iglesia de San Esteban podemos ver un gran belén luminoso y es recomendable entrar al templo fuenlabreño para ver el majestuoso retablo churrigueresco, el óleo de San Esteban del taller de Claudio Coello que lucen mejor que nunca tras las obras de reparación de la iglesia acometidas este mismo año.
El Paseo de la Navidad continúa por la calle de la Fuente, la plaza de Matute, la calle de los Mártires hasta desembocar en la plaza de los Cuatro Caños donde nos espera otro enorme Belén, como no, muy luminoso.
Llegamos ya al punto final del recorrido, por la calle del Ferial, donde encontramos la pista de hielo y varias atracciones para los más jóvenes.
Este Paseo de la Navidad se completa con otros puntos de interés durante estas semanas en otros lugares de la ciudad como la Junta Municipal de Distrito del Vivero, Universidad y Hospital donde se ha instalado otro espectáculo de autómatas o el Paseo de la Salud donde la semana de Reyes se instala el campamento de los Reyes Magos. Y, como no, las miles de luces que adornan las calles y avenidas de toda la ciudad. Estos días lucen más de 31 kilómetros de hilos led que están insalados en las farolas, así como guirnaldas, adornos navideños en las rotondas, arbolitos de navidad...