Amanda Avilés
“La consecución de muchos años de trabajo, donde desemboca la carrera de un tío que lleva haciendo heavy metal desde que era pequeñito”, esas son las primeras palabras que le vienen a la cabeza para definir el que se convierte en su ya quinto álbum en solitario, ‘La Factoría del Contraste’.
Un camino que emprendió desde que decidiera dejar de dar voz a uno de los grupos más reseñables del heavy metal español, ‘Saratoga’, y a uno más intimista, oscuro y romántico, del que fue líder, que no terminó de cuajar del todo dentro de nuestras fronteras, ‘Stravaganzza’. Hablamos con Leo Jiménez, ‘La Bestia’ del metal, a su paso por la sala ‘El Grito’ de Fuenlabrada con el ‘Contrastour’.
Vídeo de la entrevista completa ofrecida a SoydeFuenla.com y SomosTele / Vídeo: Canal Youtube SomosTele
Cien por cien Leo Jiménez
Si hay algo que caracteriza especialmente a Leo es su pronunciada personalidad. Nadie que haya escuchado una de sus canciones puede decir lo contrario. Este disco no iba a ser menos: “es made in Leo Jiménez cien por cien, con todas las consecuencias”. Unas consecuencias que no se han hecho esperar y que, además, han resultado bastante positivas: ‘La Factoría del Contraste’ ha entrado en el puesto cinco de la lista de ventas Afyve (actualmente Promusicae), lo que es, como afirma Leo, “prácticamente un hito histórico del heavy metal en este país”.
Un camino ‘en soledad’ que, dice, ha formado parte de un proceso natural: “cuando alguien tiene las ideas claras desde que nacen, llega un momento en el que le apetece hacer las cosas solo bajo su criterio”, aunque matiza que “eso no significa que no me deje influenciar por la opinión de mis compañeros”. Dicho esto, entendemos la respuesta a la encrucijada de poder volver a una banda o seguir su sendero. “Muy difícil, me costaría mucho”.
Cuando escuché Iron Maiden o Motörhead por primera vez dije: esto es lo mío
Madera de guía
Difícil porque Leo se confiesa “un guía, no porque no acate órdenes, sino porque cuando tengo que llevar a cabo una idea que no me gusta, me cuesta bastante”.
El cantante siempre ha apostado por su obra, incluso cuando se le ofreció la posibilidad de formar parte de la ‘familia di Fellatio’, la banda española de folk metal ‘Mägo de Oz’. Su fundador, Txus di Fellatio, aseguraba entre risas en la edición de septiembre de SoydeMóstoles que la inclusión de Leo suponía que se toparían “dos gallos en el mismo corral”, refiriéndose a él mismo.
Íntimos amigos y dos potentes animales escénicos como son, podría haber sido cierto, aunque Leo, también entre risas, lo desmiente con un “ahí Txus te mintió”, y lo aclara aún más: “iba a ganar mucha pasta, iba a ser feliz en muchos aspectos, pero iba a dejar de lado, inevitablemente, mi propia vida, mi propio proyecto, y eso para mí era vital”.
No se arrepiente en lo más mínimo, dice, porque “decidí ser un poco más pobre a cambio de dormir cada noche sabiendo que he hecho el camino que quería hacer”.
Artista polifacético
Leo Jiménez fue, durante años, la voz de dos bandas de forma simultánea, Saratoga y Stravaganzza, algo que el público no aceptaba de muy buena forma. “España es un país difícil para compatibilizar ese tipo de cosas”, explica. “La gente no suele ver bien que un cantante tenga gustos o vertientes diferentes”, prosigue, asegurando que le encantaría “poder hacer que el público escuchara de todo sin asustarse”.
Y es que el mundo de la música es un sector acostumbrado a luchar contra adversidades casi como si fueran una cláusula fija del ‘contrato’. “Siempre tienes que buscarte la vida para tener otro sustento, a no ser que seas un súper ventas como Alejandro Sanz, o Metallica en el mundo metal. El resto de grupos mundanos, entre los que me incluyo, no recuperamos jamás la inversión en tiempo y en horas”, afirma, aunque se reconoce un “privilegiado” si se compara con otros grupos que “son la hostia, tienen una creatividad brutal, pero que permanecen, lamentablemente, en el underground de este país”.
Heavy de cuna
Manolo Escobar, Camilo Sesto y Antonio Molina sonaban en casa de sus padres cuando era pequeño, y asegura, aunque pueda sorprender a nuestros lectores, que esas vertientes también le gustan mucho.
“En mi casa tengo una colección de discos de lo más variada, te lo prometo, yo escucho de todo”, aunque hay algo que llega un día, que es diferente y que te atrapa sobremanera. En el caso de Leo Jiménez tiene nombre propio. “Yo no elegí el heavy, el heavy me eligió a mí”, dice orgulloso. “Cuando escuché Iron Maiden por primera vez o Motörhead por primera vez dije: 'esto es lo mío'”. Y qué verdad, Leo, qué grandísima verdad.