Es complicado avanzar cuando todo el mundo intenta ponerte palos en las ruedas. Es difícil crecer si todo el mundo parece en contra de que lo hagas. Por eso, el mérito de este Getafe C.F. de Bordalás es inmenso. Por su presupuesto, su humilde vitola de equipo que, hace dos años, estaba jugando en Segunda, y por la presencia de jugadores que no entrarían en la quiniela de los futbolistas ‘top’ que se hacen a principios de temporada.
Pero la idea estaba clara: un equipo a imagen y semejanza de un entrenador infravalorado por prensa y aficionados. Pero, quizá, eso haya sido mejor. Porque Bordalás ha demostrado lo bien que se mueve en los mares revueltos, lo poco que le afectan las críticas de aquellos que, más por envidia que por conocimiento, intentan menoscabar el trabajo de un grupo que se ha colado entre los cuatro primeros equipos de La Liga.
Ni hablar
Eso nos decía Jorge Molina en la entrevista que le hacíamos en el SoydeGetafe allá por el mes de diciembre. Lo decía cuando le preguntábamos por Europa y por las posibilidades de colarse entre los siete primeros de un equipo que iba a más. Esa humildad ha provocado que, ahora, sea posible hablar de todo esto. Porque el Geta es cuarto cuando han transcurrido ya 26 jornadas ligueras. Inicia el último tercio de la campaña con la confianza por las nubes y con dos delanteros que merecerían ser llamados por Luis Enrique para la Selección Española.
Los azulones con la permanencia ya en el bolsillo, ahora aspirana ser un grande de nuestra liga, compitiendo el año que viene en Europa.
Dos ‘killers’
Jorge Molina y Jaime Mata parecen haber nacidos para jugar juntos. Tras el gran papel realizado por Ángel en la primera mitad de la temporada, ambos futbolistas han conseguido hacerse con la titularidad, relegando al canario al banquillo.
Los dos delanteros han sido claves para que el Getafe haya logrado meterse en lo más alto de la clasificación, mostrando una conexión que hace que el equipo azulón cuente con una de las mejores delanteras de Primera división.
Así lo volvieron a mostrar en el Benito Villamarín. El rival, un Betis que venía de caer en semifinales de Copa del Rey frente al Valencia. El Geta, por su parte, llegaba a Sevilla sin conocer la derrota desde el pasado 26 de enero, cuando cayó en el Wanda Metropolitano frente al Atlético de Madrid. Y pronto comenzaría a demostrar lo importante que son las inercias en esto del fútbol. En el minuto 20, Leandro Cabrera hacía el 0 a 1 para los nuestros a la salida de un córner. Una primera mitad para enmarcar de los getafenses que se redondeaba al borde del descanso, cuando Jaime Mata hacía el 0 a 2 con una preciosa definición tras pase de Jorge Molina.
Tres puntos de oro
Un gol de Joaquín ya en la segunda mitad ponía emoción en el encuentro, pero los tres puntos viajarían a Getafe. Tres puntos de oro que mantienen vivo el sueño de la Champions League para los nuestros. Un sueño lejano y, quizá, irreal, pero los azulones lo pelearán hasta el final.