La empresa pública de desarrollo económico, GISA, abre desde el próximo día 15 de diciembre, el plazo para solicitar los 600.000 euros en ayudas que ha dispuesto para la adaptación a la nueva Ordenanza de Terrazas. Se trata de ayudas directas de hasta 5.000 euros por establecimiento, para la adaptación a la nueva normativa aprobada en el Pleno. Las ayudas se podrán solicitar hasta el 30 de abril de 2022. Las solicitudes se pueden realizar a través de la Sede Electrónica de GISA.
Como explica la concejala de GISA, Gema Cáceres, “el objetivo de estas ayudas es que la nueva Ordenanza se cumpla y sea positiva para Getafe, por eso vamos a ayudar a la hostelería para que lleven a cabo estos cambios lo antes posible, aunando las necesidades de los hosteleros y las reivindicaciones vecinales en favor de la convivencia”.
Con estas ayudas, se llevarán a cabo la homogenización de las mesas y sillas, la adaptación de los cerramientos o la regulación de otros elementos auxiliares como estufas de bajas emisiones. Estas inversiones deberán realizarse también hasta el 30 de abril de 2022. Los hosteleros tienen 2 años desde su aprobación, el pasado mes de julio de 2021, para adaptarse a la nueva normativa, pero el objetivo del Gobierno Municipal es que lo hagan lo antes posible gracias a estos incentivos.
La hostelería de Getafe ya se ha beneficiado directamente del resto de ayudas y medidas por valor de más de 3.600.000 euros puestas en marcha por el Ayuntamiento de Getafe durante 2020, así como de otras como el Fondo de Comercio que se ha adjudicado en 2021 con un presupuesto de 400.000 euros. Además, precisamente la tasa que pagan los hosteleros por la ocupación de la vía pública de sus terrazas se suspendió hasta 2022 para ayudar a los negocios por la COVID-19.
Las ayudas se podrán solicitar hasta el 30 de abril de 2022
Mejora de la convivencia
Con la nueva ordenanza, las terrazas deben dejar al menos una anchura libre de paso de 1,80 metros que se incrementa hasta los 4 metros en zonas peatonales. Tampoco se puede ocupar más del 60% de la acera. El mobiliario se homogeniza y no se permite el almacenamiento en la vía pública de sillas y mesas cuando no estén en uso, de igual forma se debe garantizar el paso a través de los cerramientos una vez finalizada la actividad diaria, facilitando así la limpieza de estas zonas y evitando el deterioro de los espacios públicos.
También se prohíbe la instalación de pizarras o trípodes informativos, que suponían un obstáculo en las aceras. El aforo debe estar reflejado en la terraza, por lo que el vecino podrá comprobar rápidamente si se está haciendo un uso adecuado.
En lo que respecta a las molestias por ruido, la ordenanza determina que se podrá reducir el número de mesas o revocar la licencia cuando en estas se genere ruido que supere los límites establecidos en la legislación sobre contaminación acústica, en los edificios colindantes. Todo ello deberá estar supervisado por la Unidad de Medio Ambiente y por la Policía Local.