El Ayuntamiento de Getafe a través de la concejalía de Feminismos, pone en marcha en el último trimestre del año, tres nuevos programas de trabajo con las mujeres víctimas de violencia de género. Las interesadas pueden informarse en el Centro Municipal de Mujer e Igualdad, en la Calle san Eugenio nº 8.
Como explica la concejala de Feminismos, Alba Leo, “vamos a luchar contra las numerosas secuelas que deja que deja la violencia, para las mujeres retomen su vida, se empoderen, para promover el buen trato, pero también la inserción en el mercado laboral, tan necesario para poder tener autonomía económica, así como los vínculos con los hijos, cuidando todos los aspectos que influyen en la recuperación de la persona”.
El primer programa que se pone en marcha es ‘Empoder-arte desde el buen trato, redes de apoyo para mujeres’, que consiste en sesiones formativas y actividades presenciales y online orientadas a intervenir en situaciones de violencia machista y promover el buen trato a través de terapias corporales, autodefensa, musicoterapia y mindfulness con perspectiva feminista.
Vamos a luchar contra las numerosas secuelas que deja la violencia de género.
Otro de los aspectos fundamentales en el tratamiento y recuperación de las mujeres víctimas de violencia machista es la recuperación de la autonomía económica. La inserción socio-laboral es la puerta que permite a las mujeres supervivientes de violencia de género salir del círculo de la violencia. Este programa sigue un itinerario formativo grupal junto a tutorías individuales.
Finalmente el programa ‘Re-estableciendo el vínculo entre madres e hijas/os’ tiene como objetivo trabajar el vínculo materno filial, distorsionado por la situación de violencia vivida, además de interiorizar roles igualitarios que desarrollen la autonomía e independencia personal, aprendiendo conductas de competencia social, porque la recuperación de la madre afecta también a la recuperación de los hijos.
Numerosas investigaciones demuestran que la violencia daña a todos los niveles, tanto si se produce directamente sobre el cuerpo como si es en forma de agresiones verbales o emocionales. El cuerpo la manifiesta con síntomas localizados en el sistema nervioso, en diferentes órganos o a través de distintos dolores. El estrés post-traumático, la baja autoestima, el sentimiento de culpa, la depresión, ansiedad, el miedo a volver a padecer violencia, la desconfianza, la anulación personal, la dependencia emocional y la desesperanza son algunas de las secuelas que deja la violencia.