El pasado 6 de agosto, GREFA encontró los cadáveres de doce milanos negros cerca de la localidad de Perales del Río (Madrid), dentro del Parque del Sureste, un espacio protegido de nuestra comunidad.
Según ha podido conocer Soyde, GREFA creía que este año volvería a haber milanos negros muertos en estas fechas. Desde el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (GREFA), nos han indicado que “era probable que se pudieran intoxicar” los milanos negros por “los mismos rodenticidas o venenazos” (así es como llaman a los cebos para cazar a los animales que acechan a la caza menor) como sucedió el año anterior cuando se detectó la muerte de 30 milanos negros por rodenticidas utilizados en ámbitos urbanos.
GREFA ha indicado que “va a haber más cadáveres”. La ONG no puede afirmar que se trate de una intoxicación hasta no conocer los resultados de las necropsias. Esta información llegará dentro de seis meses. Según el biólogo Juan Martínez Dalmau de GREFA, “De momento solo se están intoxicando milanos negros”.
GREFA participa en el proyecto “Centinelas del Veneno” de WWF España en acciones de lucha contra las intoxicaciones por veneno de estas aves. Para corroborar que los fallecimientos de estos milanos son por esta causa hace falta una necropsia. Desde GREFA, Juan Martínez Dalmau ha comentado que “Es importante que estén los Agentes Forestales en la cadena de custodia de este animal para que valga la necropsia”. De este modo, las pruebas no se alteran y se podrá realizar la misma para conocer esta información.
Sería más grave que se muriera un milano real por el estatus de conservación
Desde el proyecto “Centinelas del Veneno”, se puede conocer si se han electrocutado o envenenado estos animales gracias a las necropsias. Así pues, por medio de los GPS, es más fácil localizar dónde ha podido ocurrir estos hechos y corregir los factores que provocan estas muertes. Este proyecto busca encontrar puntos negros de mortalidad de estas aves.
La zona en la que se han encontrado los milanos negros muertos está situada muy cerca del vertedero de Valdemingómez, donde la especie, por sus hábitos carroñeros, suele alimentarse. El problema de vertederos como este es que están al descubierto, por lo que estos animales tienen fácil acceso a la comida y al estar mezclada toda la basura, “la alimentación es mala”, ha comentado Martínez Dalmau.
“La ingestión de plásticos y cristales provoca una afección en el sistema digestivo que les ocasiona la muerte” como les sucede a las cigüeñas con los plásticos que producen un colapso en el sistema digestivo y su posterior muerte. Además, esto puede ocurrir por elementos tóxicos vertidos en el propio vertedero. “Se necesita un sistema de reciclaje mejor, pero no hay tecnología en este momento para hacerlo”.
Intoxicación
El primer paso es saber con qué se están intoxicando a la hora de comer estas aves así como conocer por medio de información objetiva en dónde se están intoxicando después de realizar investigaciones de factores de consumo de los vertederos, la recogida de cadáveres y el análisis de necropsias. Seguido de esto, se debe legislar el acceso a estos lugares a los que tienen acceso estos animales.
Aves
Los milanos negros habitan estas zonas durante los meses de verano. Mientras en invierno, el milano real, especie catalogada en España como “en peligro de extinción”, habita estos espacios. Este ave es muy parecida en hábitos y costumbres al milano negro. Martínez Dalmau ha argumentado que “Sería más grave que se muriera un milano real por el estatus de conservación” de este.
Confinamiento y lluvias
El biólogo Juan Martínez Dalmau ha indicado que el confinamiento y las lluvias han favorecido a los animales. En cuanto al confinamiento, al no estar la gente en el campo, los animales se han distribuido por zonas en las que no hubiesen estado. Acercándose así a zonas urbanizadas. “Han recolonizado zonas en las que había molestias. La gente no salía de casa y los animales han campado a sus anchas por no haber ocio”. Incluso, han llegado a criar.
Finalmente, el biólogo ha explicado que: “Ha habido más animales por las lluvias y más productividad para reproducirse”. Así pues, los animales han tenido molestias tras el estado de alarma y muchos de ellos han fracasado en su labor de reproducirse.