La ilusión se apoderaba de la ciudad de Getafe. “Una final”, así lo catalogó nuestro presidente en la previa del encuentro. Getafe – Krasnodar, última jornada de la fase grupos. Estábamos a un empate de volver a hacer historia, y pasar a las eliminatorias. El partido comenzaba como el día en Getafe: frío y sin aclarar el dominador.
El Getafe buscaba llevar la batuta del encuentro pero no acababa de monopolizar el esférico. Poco a poco los nuestros apretaban arriba y llegaban las primeras, jugada individual de Cucurella en la que tiró la diagonal pero el disparo dio en un defensa y la pelota se marchó a córner.
El Getafe se hacía dueño del encuentro y Ángel volvía a hacer de las suyas en carrera, pero su centro-chut escorado se marchó arriba. Algún susto íbamos a tener, eso estaba claro, y llego en el 31, en un jugadón del equipo ruso al que no llego Ignatyev gracias a un Damián espectacular que le desestabilizó lo justo para que no llegase, y no hubiese penalti.
Nuestro Geta se entonaba y al filo del descanso llegó una buena ristra de ocasiones. En el 39 Jason mandaba un centro al segundo palo al que Ángel no engancharía bien. Pero la más clara iba a llegar en un error defensivo visitante, Ángel se quedó con un balón ante el portero, a media salida, y se la dejó a Mata, pero el tiro le salió muy centrado.
Y así acabó la primera parte, el Getafe fue de menos a más y acabó apretando la meta visitante, una tangana en los últimos compases pudo acabar con Spajic expulsado, pero se quedó en amarilla.
“Fantástica”, así definió Bordalás la fase de grupos del Getafe
Por delante, quedaban 45 minutos para la gloria, y todos los allí presentes sabíamos que íbamos a sufrir, y no íbamos a tardar mucho. En el minuto 54 se hizo el primer silencio en el Coliseum, Tonny Vilhena se sacaba un disparo de larga distancia que botaba justo antes del portero, Soria (el portero titular por Chichizola) despejo un balón peligrosísimo.
Los rusos apretaban y los nuestros sufrían, pero todo esfuerzo tiene su recompensa, y el de los nuestros no iba a ser menos. Corría el minuto 75, córner a favor del Getafe, jugada enseñada y gol de Cabrera, el sueño estaba más cerca.
Y cuando en el Coliseum ya se estaba cociendo la fiesta, Nyom sorprendía con un jugadón por banda izquierda, centro para Molina, volea de Molina, y golazo, el templo se venía abajo. Los que estuvimos fuimos testigos del espectáculo que daban las 9.389 gargantas que cantaban a un mismo son, festejando el pase, ¡que viva el fútbol!
Pero la cosa no iba a quedar ahí y Kenedy iba a redondear la goleada con un zurdazo espectacular de lejos que se coló en la portería visitante. Mata pudo anotar el cuarto pero su tiro se marchó desviado.
“Fantástica”, así definió Bordalás la fase de grupos del Getafe, y así fue el partido, fantástico, goleada para certificar el pase a dieciseisavos. El Geta no le teme a nada, y quiere volver a ver a un grande de Europa en el Coliseum, lo que sí está claro, es que estos jugadores se dejarán todo ante cualquier rival. Ya es realidad, el sueño sigue ¡Estamos en el sorteo del lunes!