El pasado día 7 de abril VOX iniciaba la campaña electoral para las próximas elecciones en la Comunidad de Madrid. Los simpatizantes acudían a la presentación, que iban a realizar Santiago Abascal y Rocío Monasterio en el barrio de Vallecas, con gran ilusión.
Lamentablemente VOX tuvo que volver a sufrir la violencia de los totalitarios. Un acto que iba a transcurrir con la armonía habitual en todos nuestros actos, fue truncado por los radicales de extrema izquierda, boicoteado por parlamentarios que justifican este tipo de violencia y desprotegido por las autoridades policiales desde el Ministerio de Interior.
La valentía de los que estábamos allí presentes, permitió realizar todo el acto, a pesar de las continuas interrupciones protagonizadas por lanzamientos de piedras, adoquines, ladrillos, palos, botellas y toda clase de objetos que produjeron varios heridos entre asistentes, reporteros, agentes de policía y un diputado.
Desde VOX agradecemos la labor de nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, especialmente a los policías nacionales que formaron la unidad que actuó en los incidentes de Vallecas, y que son los responsables de garantizar los derechos y libertades a pesar de todas las trabas políticas que suelen encontrarse en el desarrollo de sus funciones.
Afortunadamente, estas minorías radicales y violentas no abarcan a controlar todos los barrios y municipios, como es el caso de Getafe. Al día siguiente de ese inicio de campaña, que intentaron protagonizar los violentos, se celebró un mitin en Getafe. El acto se desarrolló con absoluta normalidad, dejando claro los puntos clave del programa electoral.
Ahorrar reduciendo el gasto político, disminuyendo conserjerías y el número de diputados, eliminar los recursos destinados a la ideología de género y suprimir el adoctrinamiento de los colegios. Evitando el gasto superfluo se podrá aumentar la eficiencia económica y los recursos de residencias, sistema sanitario, educación y seguridad en las calles.
Santiago Abascal y Rocío Monasterio lo tienen claro: el estado de bienestar de los políticos es incompatible con el estado de bienestar los ciudadanos.