El quinto contenedor llega a Griñón, donde se ha implantado el nuevo servicio de recogida de residuos orgánicos. En él se pueden depositar restos biodegradables de origen vegetal y/o animal, como pequeños desechos de jardinería y plantas o alimentos -pieles de frutas, espinas de pescado, cascaras de huevo o posos de café-, servilletas y papel de cocina usados o bolsitas de infusiones, todos ellos generados tanto en el ámbito doméstico y comercial, siempre que estos últimos sean de carácter similar. La materia orgánica se deberá tirar en bolsas compostables -se recomienda el uso de las de 10 litros y recipientes específicos-. Al separar estos desechos, contribuimos a que se puedan aprovechar para elaborar compost, utilizado para fertilizar campos de cultivo, huertos y jardines.
Eso sí, con el fin de garantizar un buen uso de los nuevos contenedores marrones, éstos solo se podrán abrir con una tarjeta que se facilitará a los vecinos que la soliciten. Este trámite se puede realizar en el Centro de Recursos (Calle la Llanada 23), en horario de 09.00 a 13.00 y de 16.00 a 21.00 de lunes a viernes, y al aportar sus datos recibirá gratuitamente un Kit de orgánica, compuesto por un pequeño contenedor y bolsas compostables. Del mismo modo, se podrá acceder a través de una app asociada a la tarjeta, para lo cual será necesario proporcionar una dirección de correo electrónico.
El Ayuntamiento de Griñón está obligado a ser parte de este esfuerzo europeo y global, tratando diariamente de sentar las bases del desarrollo de la Economía Circular, y encaminar el municipio hacia el residuo cero
"El incremento de los residuos generados en los últimos años por el modelo de consumo actual ha impulsado, a nivel global, el desarrollo de políticas enfocadas a una gestión integral de los residuos, y a la reducción de la presión sobre los recursos naturales. El Ayuntamiento de Griñón está obligado a ser parte de este esfuerzo europeo y global, tratando diariamente de sentar las bases del desarrollo de la Economía Circular, y encaminar el municipio hacia el residuo cero. Con este objetivo, trabajamos para minimizar los residuos producidos, y mejorar el aprovechamiento de los que se generan, reduciendo su impacto ambiental" expone el alcalde, José María Porras.
El regidor añade que "debemos ir abandonando los residuos no reciclables y aumentar el volumen de los reciclables, lo cual supondrá, entre otras cosas, un beneficio medio ambiental y económico. Se calcula que el 80% de los residuos llevados a vertederos son reciclables, y por lo tanto no tendríamos que pagar por ellos; si fuéramos capaces de llegar a ese máximo, abonaríamos 48.000 euros al año en vez de los 240.000 actuales. Con 200.000 euros al año podríamos hacer anualmente aproximadamente cuatro parques como el de la calle Villar, o renovar dos veces las pistas deportivas del Garcilaso, o las pistas deportivas, o directamente que todos los vecinos pagáramos la mitad en IVTM (numerito del coche)".