Alguien enciende la cámara de su teléfono móvil para grabar unas imágenes insólitas en el municipio de Humanes de Madrid. Aunque el vídeo arranca en las inmediaciones del comedor parroquial Nazaret, vinculado a la Parroquia San Pedro Apóstol, en el escaso minuto y medio que dura la grabación, a la que Soyde. ha tenido acceso, podemos comprobar cómo el escenario va cambiando, para dejar atrás las puertas de las instalaciones y mostrarnos la larga fila de personas que esperan su turno para recoger las raciones de alimentos que les ayudan a llenar las bolsas o carros junto a los que guardan su puesto en ‘las colas del hambre’, que no paran de crecer en medio de la pandemia del coronavirus.
‘Las colas del hambre’ crecen en Humanes
Sin duda, la pandemia provocada por el coronavirus nos ha dejado consecuencias sanitarias, pero también económicas y sociales. Lo cierto es que los efectos del Covid-19 en la economía han puesto en jaque a demasiadas familias.
Aquellas que vivían en una situación de especial vulnerabilidad han visto agravadas sus condiciones, mientras que algunas familias que gozaban de una economía que les permitía afrontar los gastos corrientes se han visto sobrevenidas por las consecuencias del coronavirus y están pasando una tesitura complicada de la que no pueden salir solas. Tal como explica el cura de la parroquia, Eloy Ramos, “actualmente, se atienden a 260 familias” y todas ellas contribuyen a alargar esas ‘las colas del hambre’ que el comedor parroquial Nazaret trata de aliviar.
Tal como explica el cura de la parroquia, Eloy Ramos, actualmente, se atienden a 260 familias
Las consecuencias del Covid-19
La voluntad de auxilio de la parroquia San Pedro Apóstol y del comedor se ha hecho sentir durante toda la pandemia, desde que se declarase el estado de alarma. De hecho, hace unos meses, Soyde. se hizo eco de la ‘Operación Furgoneta’, una campaña para recaudar fondos que se destinarían, después, a la compra de una furgoneta frigorífica para repartir los menús en los hogares donde más los necesitaban.
Ya entonces, Eloy Ramos nos comentaba que durante el confinamiento la demanda de ayuda había aumentado notablemente, hasta llegar a atender a un total de 60 familias más. En aquel momento, ya se contaban 240 familias que necesitaban los servicios del comedor parroquial para poder poner alimentos sobre sus mesas.
Con ‘Filomena’ en contra
Con el temporal de nieve, hielo y bajas temperaturas que nos ha traído la Borrasca Filomena, las más de 200 familias que comen gracias a la labor del comedor han seguido teniendo los alimentos que necesitaban. “Lo único que se ha suspendido es el pan, porque la panadería que nos lo ofrece de manera voluntaria no podía acceder a nosotros, al igual que nosotros no podíamos acceder a ellos con la nieve”, explica Eloy Ramos. A pesar de que la pandemia sigue su curso y el temporal se pone en contra, el comedor sigue trabajando para que “todas las familias que lo necesiten tengan su comida cada día”. Aunque echa de menos “apoyo económico” por parte del Ayuntamiento de Humanes, que no ha respaldado hasta ahora al comedor, Eloy Ramos está satisfecho con la labor que realiza el comedor con sus propios medios. Al menos, este año, el ayuntamiento reserva (solo) 1.000 euros del presupuesto para apoyar al comedor. Eso sí, Eloy está agradecido con la actitud de “comercios y empresas que se ofrecen para dar alimentos que permiten que el comedor cumpla con el trabajo”. Su función es clave para mantener a flote a estas familias, pero, ¿qué pasa con el consistorio?
¿Encuentran los vecinos la ayuda que necesitan en el ayuntamiento? ¿Habrá visto el alcalde hasta dónde llegan ‘las colas del hambre’? ¿Hará algo José Antonio?