El pasado 23 de febrero se aprobaron inicialmente los presupuestos de Humanes de Madrid para el 2022, ésta es la noticia que ha publicado el Ayuntamiento, apoyándola en una serie de supuestos beneficios que tendrá para nuestro municipio. Pero quizá deberíamos matizar las formas en su realización, el fondo de estos presupuestos y las consecuencias de cómo se votó. En cuanto a las formas, los presupuestos se han hecho sin consultar absolutamente nada con los concejales de la oposición, que, recordemos, han sido votados por más vecinos que al Equipo de Gobierno. Nos han dado los presupuestos con el tiempo justo para leerlos, son casi 500 hojas, no sé si para entorpecer la labor de la oposición o porque no quieren que rasquemos mucho en sus cuentas. Y por si no fuera suficiente, dicen que los presupuestos mejoran el bienestar de los vecinos, pero no recuerdo que hayan hecho una consulta a los vecinos solicitando opinión sobre su propio bienestar.
Estos presupuestos no se pueden considerar de todos y para todos si no se realizan en consenso, si no tienen aportes de todos los concejales y propuestas de los vecinos. Si tratamos de resumir mucho el fondo de los presupuestos, tenemos cuatro conceptos a interpretar, el aumento de inversión, el apostar por políticas sociales, el aumento de personal por la necesidad clara que hay y el pago de la deuda pendiente. El Equipo de Gobierno argumenta que se elevan las inversiones, algo que llevamos pidiendo la oposición toda la legislatura, pero este aumento no es tanto del Ayuntamiento, sino de la Comunidad de Madrid que es la que pone la mayor cantidad de dinero. Estas inversiones son para un nuevo asfaltado de calles, como siempre unos meses antes de las elecciones y para remodelar todo el espacio de la piscina municipal.
Resulta curioso que sea la piscina la que va a recibir una inversión de 2,3 millones de euros, cuando en muchos plenos nos han indicado que estaba en perfecto estado y no necesitaba ninguna reforma. Así es como escuchan al resto de concejales, así es como informan a los vecinos, así es como hacen política. Dicen que son unos presupuestos más sociales, pero la dotación en esta área de gasto se ha reducido, eliminando las ayudas directas a familias de 100.000 € que había en el presupuesto pasado, no aumentando inversión ni en mujer, ni en empleo, ni formación.
Así, difícilmente se va a dar un mejor servicio al actual. Se llenan la boca diciendo que crean nuevas plazas de policía local, de técnicos, de personal diverso, pero la realidad es que la plantilla actual tiene dos trabajadores menos que la del año pasado y treinta menos que la de los presupuestos de 2018. Este dato aparece en los presupuestos, pero aún así siguen insistiendo que se aumenta el número de empleados. Y lo que me parece más llamativo es la insistencia en considerar la deuda como “heredada”. Este Equipo de Gobierno ha refinanciado la deuda con nuevos intereses, nuevos plazos, nuevos bancos y, sobre todo, nuevos firmantes, eso, es una deuda nueva.
Si fuera la deuda heredada, la saldaríamos en el 2024 y no como ahora en el 2033, si fuera la deuda antigua pagaríamos muchos menos intereses, que ahora pagaremos por 12 años más. ¿Saben quién podrá decir que tiene una deuda heredada? El próximo Equipo de Gobierno que entre, concretamente, heredada del actual. Respecto a las consecuencias, todos hemos visto lo sucedido con el concejal de VOX, pero tiene un poquito más de miga el asunto. El concejal de VOX votó en contra de los presupuestos en el Pleno, al igual que todos los partidos de la oposición, pero al no estar todos los concejales de la oposición, los presupuestos salieron adelante. Sin embargo, en la Comisión Informativa, el paso previo al Pleno, votó abstención. Si hubiera votado en contra, yo también lo habría hecho y se habrían rechazado, pero no lo hizo, porque, tal como manifestó, estaba de acuerdo con los mismos. Entonces ¿Por qué votó en contra en el Pleno? Sencillo, porque se lo ordenó su partido y le obligo a hacer un video para desdecirse de todo lo argumentado y a criticar lo que unos días antes había alabado.
Todo el mundo dice que quiere que los políticos se lleven bien, pero en el fondo lo que esperan es que se lancen los trastos a la cabeza
Pero no lo hizo en el Pleno, en el que estaba totalmente disconforme con lo que iba a votar, molesto por lo que le obligaban a hacer. Le insistí que eran los últimos presupuestos de la legislatura, que exigiera más inversión en formación y que le dieran más importancia a sus concejalías, como estaba haciendo yo, y sobre todo que fuera valiente y pensara por sí mismo, pero no lo hizo y dijo que era una decisión política.
El Partido Popular no está en sus mejores momentos y su principal rival no va a dejar escapar esta ocasión para dar un zarpazo y hacerles daño. Seguramente, por la coincidencia con los sucesos en Génova, Humanes de Madrid ha sido el primer lugar en el que empiezan esa batalla que durará hasta mayo del año que viene por intentar robarles sus votantes. El PP ya sabe jugar muy bien a este juego, pues ellos han hecho exactamente lo mismo con Ciudadanos para poder quitarles representación, así que no deberían sorprenderse de la actitud de VOX. Para mí es una pena que este tipo de política siga teniendo tanto éxito entre la gente.
Todo el mundo dice que quiere que los políticos se lleven bien, pero en el fondo lo que esperan es que se lancen los trastos a la cabeza y jueguen a sus intrigas de poder, es como en una carrera de coches, la gente sólo quiere ver los accidentes y no como compiten. Yo me estudié los presupuestos, les presenté varias deficiencias e inexactitudes que encontré y propuse varias mejoras para, ya que no había tenido opción de hacerlos, que, al menos, pudiera retocarlos y mover dinero sobrante en algunas partidas a donde más falta hace desde mi punto de vista, empresas y pequeño comercio, juventud, deportes, mujer, parques caninos y más zonas verdes. Por desgracia, no reconocieron ni un solo error y, a pesar de reconocer mi gran trabajo y conocimiento de los presupuestos, obviaron todas mis recomendaciones y no rectificaron ni un solo euros de unos presupuestos que ni son los mejores, ni están hechos por y para todos.