La pandemia sanitaria ha provocado que los diferentes sectores de la estructura social, económica y sanitaria se hayan ido adaptando al escenario cambiante que la crisis del COVID-19 va diseñando a medida que pasan los días. Uno de los sectores más afectados ha sido, sin duda, el de las residencias de ancianos, que constituyen uno de los principales vectores de población de riesgo.
Falta de material de protección
La falta de material de protección ha sido denunciada por distintos sectores profesionales y, uno de ellos, ha sido el de trabajadores y trabajadoras de las residencias. Precisamente, esta misma semana, una trabajadora de la Residencia de Mayores Amavir, en Humanes de Madrid, denunciaba la situación en la que ha trabajado el personal entre el 14 de marzo y el 3 de abril.
"Nos consta que la empresa mandó equipamiento de protección, pero el personal seguía bajo mínimos, con bolsas de basura para proteger a los residentes y teniendo que entrar a desinfectar las habitaciones donde había fallecido alguno", explica esta trabajadora. En este sentido, Roberto Rodríguez, en nombre de la residencia, explica que "la falta de EPIs ha sido evidente desde el primer momento, aunque esto no ha sido un problema de este centro, sino algo generalizado en todas las residencias".
Esta trabajadora señala en su comunicado que "la persona que se quedó al frente de la residencia cuando la directora causaba baja al inicio del estado de alarma, que fue la trabajadora social, estaba haciendo acopio del material. No sabemos si por alguna indicación previa, almacenando bajo llave en el despacho de la directora, donde tan solo ella podía acceder al no disponer nadie más de llaves", apunta.
La residencia seguía indicaciones
El portavoz del centro asegura que, en todo momento, "se siguieron las indicaciones de la Administración, que han sido muy contradictorias. En este sentido, Rodríguez señala que se recomendó que el personal "no utilizara material de protección a no ser que tratase a un residente con síntomas de coronavirus, por lo que, si esta situación no se daba, el trabajador no utilizaba mascarilla u otro material".
Desde la residencia comprenden la queja de la trabajadora, pero aseguran que siempre se actuó siguiendo las indicaciones de Asuntos Sociales y Sanidad. "Seguimos las recomendaciones del uso de material en todo momento, aunque luego supimos que no eran las correctas", sostiene.
"No hemos recibido quejas del conjunto de los trabajadores, aunque entendemos su queja ante la falta de material de protección, ya que las residencias no hemos recibido los suficientes EPIs", señala Rodríguez.
La residencia asegura que durante el periodo crítico faltaban EPIs y que siempre se han seguido las recomendaciones que se recibían para su uso
Gestión del centro
Las críticas de la trabajadora se centran en el periodo citado anteriormente, que según explica ella misma, coincide con el momento en el que la trabajadora social se hizo cargo de la gestión. "Después llegó un director, repartiendo los EPIs al personal y haciendo hincapié en la importancia de que tenían que estar debidamente protegidos", señala la trabajadora. "Es inaceptable que personas que han puesto en riesgo a trabajadores y residentes sigan trabajando dentro del centro y la empresa les mantenga en su puesto de trabajo", sostiene.
El portavoz de la residencia explica esta situación por el cambio que se produjo en la cantidad de material disponible y las indicaciones recibidas. "La directora del centro se dio de baja por coronavirus y, durante el periodo crítico, la falta de EPIs fue evidente. Con la llegada del nuevo director, que estuvo un mes, y durante el periodo actual, en el que ya hay otra directora, tenemos más equipos de protección. Aunque, los test aún no se están realizando entre trabajadores porque no han llegado", explica Roberto Rodríguez.
La UME felicita a la residencia
A pesar de que en el comunicado de la trabajadora se "da por hecho" que fue la UME "la que haría un informe de la situación" para que las condiciones cambiasen, el portavoz de la residencia asegura que "la UME felicitó al centro por lo bien que se había realizado el proceso de sectorización y por la gestión". Además, Rodríguez asegura que la residencia de Humanes no ha sido intervenida en ningún momento. "A diferencia de lo que ha ocurrido en muchas residencias, ésta no ha sido intervenida nunca, por lo que, sin duda, la UME no trasladó ningún informe a la Fiscalía ni a la Comunidad. Es más, nos felicitó", concluye.
Desde la residencia aseguran que siempre han velado por cuidar de nuestros mayores, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias y la Administración. De hecho, aseguran "haber insistido para que se produjesen traslados de residentes enfermos a los hospitales, a pesar de que ha habido muchos problemas para que se admitiese una derivación".
En este sentido, la trabajadora asegura que, por parte del personal, "la insistencia nunca se detuvo. Se llamaba a las ambulancias y en muchas ocasiones estas no llegaban".
El consistorio actúa de intermediario
La trabajadora habla también del Ayuntamiento de Humanes, al que acusa de no haber prestado atención a las quejas de trabajadores que transmitían al consistorio que las donaciones de material "no llegaban al personal". Sin embargo, fuentes municipales aseguran que el ayuntamiento solo podía actuar como intermediario para hacer llegar las donaciones de particulares o empresas a la residencia "desconociendo la gestión interna que se realizase después".
Además, fuentes municipales alegan que "tienen una relación muy buena con la dirección del centro" y que, en ningún momento, el consistorio "ha recibido quejas por parte de esta trabajadora o de ningún otro empleado del centro".