Sin trampa ni cartón. Confiesa que “es imposible saber qué canción va a conectar” porque eso es algo que “decide el público”. Lo dice alguien que ha vendido millones (muchos millones) de álbumes alrededor del mundo, cuya música gusta a mayores y pequeños, cuyo nombre no necesita presentación. Carlos Baute mantiene la humildad del “cantautor” porque, pese a que parezca extraño, ese es el término que le define. Su apariencia vivaz, alegre y fiestera, en ocasiones, diluye el trabajo de composición que hay detrás de cada uno de sus éxitos, pero lo hay. Y mucho.
Carlos Baute se encuentra, ahora, con varios frentes abiertos. El primero, y más importante de ellos, la paternidad. El segundo, que ha entrado a formar parte de la nueva temporada de ‘Tu cara me suena’, lo que le absorbe la mayor parte del tiempo. El tercero, que su nuevo disco está a unos meses de ver la luz. Previsiblemente, “para cuando termine el programa” de la cadena privada Antena 3. Y, claro, los conciertos. Porque el venezolano no abandona a su público; tampoco al de Las Rozas. El cantante está invitado a las Fiestas Patronales de nuestra ciudad, concretamente, el próximo 28 de septiembre en el Recinto Ferial. Cita que nos ha venido de maravilla para entablar conversación con uno de los artistas más reconocidos del panorama musical.
Adaptarse o morir
El secreto del éxito no lo tiene Baute, ni nadie, eso es cierto. Pero lo que también es cierto es que la experiencia es un grado. Quizá sea por esa razón que el artista no titubea a la hora de reconocer que la Industria musical se encuentra en un punto en el que “o te adaptas al mercado, o no hay más opciones”. Sus últimos singles (todos con cifras de éxitos que nos llenarían la página) ‘Vamos a la calle’, ‘Ando buscando’, ‘Amor y dolor’ o ‘Perdimos el control’ son la muestra de que hoy en día “es todo digital”. “Desde hace tres o cuatro años, he estado sacando canciones que no han salido en ninún disco. De hecho, estoy preparándolo para poder sacarlas”, cuenta, para que nos hagamos una idea de lo que es, hoy en día, la demanda del público. Algo que, reconoce, echa un poco de menos, porque “antes era más fácil hacer discos”, aunque “estoy encantado” de darle a la gente lo que pide.
De ese nuevo disco, todavía sin nombre, nos adelanta que “no es un álbum de colaboraciones”, despejando nuestras dudas a raíz de sus últimos lanzamientos, donde se le ha podido ver a dúo con artistas como Maite Perroni, Chyno Miranda o Piso 21. Admite, eso sí, que “tendrá alguna, porque incluirá temas que ya he sacado y que han sido colaboración”. Un nuevo proyecto que podremos escuchar, previsiblemente, a principios de 2019 y que el artista define como “alegre, festivo, muy urbano y en la onda de lo que hoy en día se escucha”.
Carlos Baute actuará el próximo 28 de septiembre, en el recinto ferial / Imagen: Agencias
Me siento bendecido, porque conozco a gente muy talentosa que, después de mucho trabajo y triunfo, ni siquiera está en la Industria musical
Con los pies en el suelo
“Para mí, el mundo artístico es mi hábitat” dice Baute cuando le preguntamos si es fácil, en medio de tanto éxito, perder la perspectiva de la realidad. “Nunca he tenido ese problema de tener que mantener los pies en el suelo, porque empecé en esto desde muy pequeñito”. La razón, entendemos, por la que hablar con él es tan sencillo que impresiona. No hay términos demasiado concretos, no hay una promoción escrupulosamente pensada. Hay conversación.
Después de haber visto tanto, Carlos no puede decirnos otra cosa más que se siente “bendecido” por haber ‘seguido en la cresta de la ola’, porque “conozco a gente muy talentosa que después de mucho trabajo y triunfo, ni siquiera están en la Industria musical”. Es por eso que “los que llevamos remando mucho tiempo, no nos relajamos, no nos agarra de primeras”. Aunque, asegura, entre risas, que “lo que más me ha puesto en mi sitio es ser padre; esos te ponen rápido en tu lugar”.
El ‘yugo’ del cantautor
El perfil de Carlos Baute no es, en absoluto, el concepto que impera en España cuando se habla de un cantautor. Él es consciente, y defiende férreamente el subrayar que “ser el autor de mis canciones, para mí, es un arma de doble filo” porque “es maravilloso ver que una de tus canciones gusta al público, pero, cuando no, los platos rotos me los llevo yo también”. Antes, nos cuenta, hacía shows, guitarra en mano, pero “no conseguía expresar todo lo que quería”. Al final, “me desligué de ella -la guitarra- y no tengo una imagen como pueda ser Sabina, pero no dejo de ser cantautor por ello”.
Su objetivo más próximo, aprender a “hacer magia” para compaginar todo lo que tiene entre manos, pero estamos seguros: terminará consiguiéndolo.