Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal, compuesta por ciudadanos de origen chino, que se dedicaba a la distribución de marihuana. Realizaban el reparto desde diferentes localidades de la Comunidad de Madrid a países de Centro Europa, donde el valor de mercado de la sustancia se llega a duplicar o triplicar.
La detención se llevó a cabo el pasado 27 de agosto, al detectar los policías investigadores la recogida de un palé, en un trastero alquilado por la organización, susceptible de contener una cantidad relevante de marihuana. Tras la intervención se constató como el instrumento contenía cajas de macarrones, si bien en el interior del mismo, habían ocultado cuatro cajas de cojines con la sustancia estupefaciente. Los agentes procedieron seguidamente a la detención de los cuatro integrantes identificados de la organización criminal, así como al registro en el inmueble donde se incautó más cantidad de marihuana. También se recopiló todo el material que requerían para su empaquetado.
Los detenidos pasaron a disposición de los Juzgados de Guardia de Leganés y Parla, siguiendo la investigación en curso, por lo que no se descartan nuevas detenciones.
Realizaban el reparto desde localidades de la Comunidad de Madrid a países de Centro Europa
A pesar de realizarse la detención el pasado mes, la investigación se inició en el mes de mayo, cuando se detectó un paquete sospechoso el cual en su interior contenía varios cojines, de un peso excesivo. Tras la pertinente inspección del mismo, se comprobó como los referidos cojines ocultaban en su interior bolsas herméticas, envasadas al vacío y cubiertas de plástico film, llenas de cogollos secos y prensados de marihuana. El paquete había sido recogido por una empresa multinacional de paquetería en un domicilio de Leganés y su destino era Italia.
A raíz de este hecho, se inició una investigación judicial fruto de la cual se lograron interceptar un total de ocho envíos individualizados, con el mismo modus operandi, sumando un total de 82,220 kg de cogollos de marihuana. Los investigadores detuvieron a cuatro personas y lograron el desmantelamiento de dos pisos francos y un trastero, denominados “guardería”, que eran alquilados por la organización criminal al único efecto de aislar y empaquetar la sustancia estupefaciente, así como lugar de recogida por parte de las empresas de paquetería, las cuales iban cambiando periódicamente.
La organización criminal, compuesta exclusivamente por ciudadanos de origen chino, tenía una clara distribución de funciones en la cadena delictiva. Uno de los detenidos se dedicaba principalmente al alquiler de los pisos, generalmente a otros ciudadanos chinos, valiéndose de documentación falsa o sustraída con anterioridad. Los otros detenidos eran los responsables de recibir la mercancía, facilitada por un miembro superior, trasladarla a las “guarderías”, aislarla, empaquetarla y, finalmente, contratar con la empresa de paquetería la recogida y envío, utilizando igualmente identidades simuladas, así como teléfonos a nombre de terceras personas.