Vivimos en una ciudad gobernada por una derecha que se muestra aparentemente orgullosa. Un gobierno compuesto por PP y ULEG, que se ha radicalizado con la reciente entrada de VOX. Gracias al pacto de la vergüenza del que todos reniegan, se garantiza la estabilidad de un gobierno en minoría incapaz de llegar a acuerdos con la oposición progresista.
En un gobierno de este color, lo coherente habría sido mostrar abiertamente la incomodidad que sienten en estas fechas, tal como lo ha hecho la propia Ayuso diciendo que la ciudadanía tiene que aguantar durante un mes el secuestro mediático del colectivo LGTBI+ que nos empuja a la hormonación y al delirio trans. Menos mal que Ayuso, con el respaldo de su mayoría, siempre sale al rescate de todos estos gobiernos de derechas que no se atreven a decir lo que realmente piensan, por mantener las apariencias. Y así, aparentemente hemos tenido orgullo en Leganés, un orgullo con espíritu festivo y carente de cualquier espíritu reivindicativo, en misma línea en la que se abordó el 8M.
Este gobierno de derechas centra su proyecto político en hacer de la necesidad virtud. Ya que la deriva social les empuja a celebrar el orgullo, nos intentan hacer creer que lo poco que hacen es algo extraordinario, mientras en la Comunidad de Madrid, Ayuso deroga las conocidas leyes LGTBI y Trans promoviendo un retroceso en los derechos del colectivo sin precedentes en toda España.
Nuestro proyecto político ha venido a hacer frente a esta ola reaccionaria, por eso presentamos ante el Defensor del Pueblo un recurso de inconstitucionalidad, al que se ha sumado el propio Gobierno de España, para tratar de impedir a la derecha de este país arrebatarnos nuestros derechos. Desde Más Madrid Leganés asumimos el compromiso con la lucha del colectivo LGTBI+ para construir una ciudad donde la discriminación, el odio y la violencia no tengan cabida, y donde la diversidad sea celebrada como una fortaleza y no como una razón para la exclusión. Nos enorgullece que nuestra ciudad sea cada día Más libre y Más diversa, de verdad, y no solo aparentemente.