Hace dos semanas, ninguno de nosotros nos hubiésemos creído que el C.D. Leganés sumaría seis puntos tras haber disputado dos jornadas ligueras. Tan bonito como impensable, ese hecho, que parecía tan complicado, se ha convertido en una grata realidad.
El Lega es tercero en La Liga, habiendo sumados todos los puntos disputados hasta el momento. Si en el estreno liguero conseguía vencer al Alavés en Butarque, este sábado hacía lo mismo ante el Espanyol en Barcelona.
El inicio arrollador de los nuestros sorprendió al equipo de Quique Sánchez Flores, que vio como los visitantes llegaban hasta en tres ocasiones antes de adelantarse en el marcador. Ese dominio en la primera mitad, mereció el gol que llegó en el minuto 28 del partido.
Mantovani aprovechaba un rechazo del portero españolista para poner el 0 a 1 y llevar la alegría a un conjunto que veía recompensado el buen trabajo colectivo. Un bloque férreo, sin fisuras, que dominaba a la vez que no dejaba ningún espacio detrás.
Una confianza que les sirvió, un fin de semana más, para sumar de tres en tres y colarse en los puestos de Champions League
El Lega, antes del descanso, tuvo la oportunidad de redondear su gran primera mitad, pero el disparo de Gabriel se marchó alto por muy poco. El equipo había mostrado un gran trabajo táctico durante los primeros 45 minutos.
En la segunda parte, el Espanyol aumentó el ritmo del encuentro, algo que, sumado al cansancio típico de estas fechas, se notó en el devenir de los acontecimientos. Los locales lo intentaron, pero el Leganés se mantuvo firme defensivamente.
Con el paso de los minutos, el ritmo se calmó y los pepineros ganaron en confianza. Una confianza que les sirvió, un fin de semana más, para sumar de tres en tres y colarse en los puestos de Champions League.