No pudo tener un final feliz el primer encuentro de Mauricio Pellegrino al frente del C.D. Leganés. Sobre todo por eso, por el final del partido. Muniain se encargó de emborronar las crónicas que hablaban del primer punto logrado por el nuevo técnico pepinero.
Antes, en los primeros 90 minutos, el partido fue disputado, como lo suelen ser todos los que se juegan en Bilbao. El Lega no se arrugó ante un Athletic que se adelantó en el encuentro gracias a un tanto de cabeza de Peru Nolaskoain.
Era un partido de estrenos. En los banquillos, dos argentinos ponían a prueba lo entrenado durante el verano. Pellegrino en el banco visitante y Berizzo en el local.
El duelo sirvió para ver lo que quiere proponer Pellegrino. Un Lega serio en defensa, que va a complicar la vida a sus rivales por su intensidad atrás. Jugar todos juntos y salir a la contra con rapidez.
Buenas sensaciones que se confirmaron con el empate logrado por Jonathan Silva, que aprovechaba un rechace para igualar las tablas cinco minutos después del primer tanto local.
En los banquillos, dos argentinos ponían a prueba lo entrenado durante el verano. Pellegrino en el banco visitante y Berizzo en el local
La segunda parte, más allá del gol de Muniain en el minuto 93, nos dejó dos paradones que hicieron las delicias del público presente en San Mamés.
El primero fue de Cuéllar, que salvó un tanto clarísimo de Aduriz. El delantero remató de cabeza un balón que para cualquier otro humano hubiese sido imposible. El meta pepinero lo sacó con una estirada memorable.
Tan espectacular como la mano que sacó el portero local, Unai Simón, tras un remate de Dani Ojeda. Un intercambio de golpes que, como siempre, se llevó el equipo más grande.
El Lega arrancó su andadura en esta temporada 2018/2019 con derrota liguera. Sin embargo, las sensaciones que dejó el cuadro blanquiazul fueron de lo más positivas.
La próxima prueba del Lega será de lo más especial. Llega a Butarque Asier Garitano con su Real Sociedad. Un partido para emocionarse y recordar los tiempos pasados.