El pasado 30 de agosto sucedió algo inédito en el Pleno Extraordinario del Ayuntamiento de Leganés. Acostumbrados a largas sesiones plenarias, la última tan solo duro poco más de tres minutos. El Orden del Día incluía ocho puntos, todos ellos modificaciones presupuestarias por aplicación del superávit que presentó el equipo de Gobierno a través de la concejala de Hacienda.
Al inicio de la sesión, el presidente del Pleno avisó que en el primer punto había un ligero error en el nombre del expediente por el cambio de una letra pero dio la palabra a la proponente, la concejala de Hacienda. Sin embargo el que tomó la palabra fue el alcalde Miguel Ángel Recuenco, que anunció que su grupo retiraba todos los puntos porque habían detectado algún error y precisaban "un mejor estudio" de los temas.
La oposición asistía con incredulidad a lo que estaba sucediendo y el portavoz del PSOE, Javier Márquez, quiso advertir que había ediles de su grupo que habían tenido que pedir el día libre en sus trabajos para asistir a esta sesión que finalmente no se iba a celebrar. El presidente, Javier Oporto insistió en que si no había puntos en el orden del día no se podía debatir y que la sesión quedaba cerrada, algo que confirmó el secretario del Ayuntamiento.
Los socialistas creen que el verdadero motivo de la retirada de los puntos es que el equipo de Gobierno advirtió al constituirse la sesión que contaban con sus 12 concejales, mientras que en la bancada de la oposición había 13, por lo que previsiblemente iban a perder todas las votaciones.
El PSOE leganense cree que esta actitud del Gobierno municipal es "un nuevo ataque a la democracia, una cacicada más de este Gobierno trilero y tramposo", afirmó Márquez.
Durante esta legislatura, los plenos del Ayuntamiento de Leganés están siempre envueltos en la polémica. El Gobierno, que cuenta con minoría, ha visto como se han tumbado numerosos puntos presentados, sobre todo, modificaciones de presupuesto, necesarias ante la imposibilidad de aprobar unas nuevas cuentas públicas. Y en otras ocasiones, aprovechando que no han acudido algunos ediles de la oposición, el Ejecutivo local ha podido sacar adelante determinadas modificaciones para pagar deudas pendientes o para iniciar algunas inversiones nuevas. Así ocurrió el pasado mes de julio cuando el Pleno, después de meses de negativas, aprobó las modificaciones presupuestarias que permitieron el pago de facturas pendientes de luz y gas, la tasa de extinción de incendios de la Comunidad de Madrid, la tasa del servicio de gestión de residuos de la Mancomunidad del Sur, o el abono de sentencias judiciales perdidas en anteriores mandatos.