Toda la planta baja del hotel, los reservados y el almacén se encontraban llenos de cajas de cartón embaladas y listas par su transporte
La operación, que contó con la participación de más de medio centenar de agentes, se desarrolló durante la noche del jueves al viernes por la Brigada Provincial de Extranjería y contó con la colaboración de agentes de las Unidades de Prevención y Reacción, así como de las comisarías de Leganés y Parla.
Una planta del hotel y salas karaoke repletas de mascarillas
Una de las inspecciones se llevó a cabo en un local de ocio de la localidad de Parla que contaba con salas de karaoke y donde los agentes detectaron a más de 60 jóvenes consumiendo bebidas alcohólicas sin respetar las medidas sanitarias establecidas que fueron propuestos para sanción.
La otra parte del operativo se llevó a cabo en un hotel del municipio de Leganés que también contaba con salones de juego y salas de karaoke. Los agentes detectaron la presencia de 48 jóvenes que tampoco cumplían la normativa en materia sanitaria y a los que se propuso para sanción, además se tramitaron 11 actas por tenencia de sustancias estupefacientes.
Durante la inspección del establecimiento, los investigadores comprobaron que toda la planta baja del hotel, así como varios de sus reservados y un gran almacén, se encontraba repleto de cajas de cartón embaladas y listas para su transporte que contenían mascarillas higiénicas. Además, en otra de las dependencias del establecimiento hotelero, observaron una gran cantidad de mascarillas higiénicas almacenadas sin respetar unas mínimas condiciones de seguridad ni salubridad, así como embalajes y cajas de distintos tipos de mascarillas - KN95 y FFP2 -.
Además, en una de las salas karaoke detectaron una máquina de impresión de alta capacidad habilitada para imprimir el logotipo “CE” y anagramas de certificación de productos sanitarios. El material intervenido en la sala hizo pensar a los investigadores, que, utilizando mascarillas no homologadas, tras ser sometidas a un proceso de serigrafiado, podrían ser puestas en circulación en el mercado como mascarillas certificadas. Las investigaciones permitieron detectar que el procedimiento de la falsificación consistía en retirar una a una las mascarillas no homologadas de sus embalajes y tras serigrafiarlas con una aparente certificación europea, eran introducidas nuevamente en embalajes que igualmente aparentaban su homologación.
Tras completar la inspección del hotel se contabilizaron alrededor de cuatro millones de mascarillas ya falsificadas o pendientes de hacerlo que fueron intervenidas y el responsable del establecimiento fue arrestado como presunto responsable de un delito de falsificación de documentos. También fueron arrestadas un total de 28 personas que se encontraban en los establecimientos por infracciones administrativas.