Ahora, terminadas las obras y con la reapertura de la Iglesia, la Comunidad de Madrid ha incoado el expediente de declaración como Bien Interés Cultural, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural. El pasado 18 de octubre se publicó el anuncio en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid en el que se señala que “la iglesia parroquial de San Salvador es considerada un ejemplo relevante de la arquitectura madrileña de los siglos XVI y XVII, muestra de la tendencia tardogótica y del clasicismo ornamentado, en la que intervinieron numerosos maestros madrileños”.
La Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Administración regional ordena que se solicite un informe a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando que, de no ser emitido en un plazo de dos meses desde su petición, se entenderá en sentido favorable a la declaración.
La fachada occidental está formada por un cuerpo central, en el que se ubica la portada de ingreso al templo, enmarcado por la torre y la capilla bautismal
La actual iglesia presenta una planta constituida por una cabecera poligonal de cinco lados, una nave de transepto de brazos cortos que no sobresale en planta, crucero destacado en altura y un cuerpo formado por tres naves, la central más ancha. A este núcleo se añade una torre y una capilla bautismal, situadas a los pies del templo; y una sacristía y la capilla familiar de los Ugarte, situadas junto a la cabecera y brazo del transepto en su lado sur.
La cabecera, levantada durante la segunda mitad del siglo XVI, está ejecutada con fábrica de mampostería reforzada a media altura con tres hiladas de sillares, sobre las que corre una imposta moldurada. Los muros descansan sobre un basamento de piedra y rematan en una cornisa de piedra moldurada. Se refuerza mediante cuatro contrafuertes escalonados, también de mampostería reforzada. En el lienzo sur se ha conservado un vano de medio punto ejecutado en piedra.
La nave de transepto y el crucero, construidos posiblemente entre finales del siglo XVI o primera mitad del siglo XVII, presentan un aparejo formado por cajas de mampostería entre verdugadas de ladrillo y cadenas de este material, que descansa sobre un zócalo de piedra y remata mediante una sencilla cornisa de ladrillo.
El cuerpo de la iglesia, de la segunda mitad del siglo XVII, está formado por tres naves. La central es más alta y en ella se abren seis vanos que iluminan el interior. Sus muros de ladrillo visto se asientan sobre un basamento de granito y rematan mediante una cornisa. Toda la iglesia se cubre con teja árabe.
La fachada occidental está formada por un cuerpo central, en el que se ubica la portada de ingreso al templo, enmarcado por la torre y la capilla bautismal. Sobre ella se abre un vano para iluminar el coro. La portada de granito es de gran simplicidad, recercada por molduras de ladrillo. En el dintel se encuentra grabada la inscripción “SAN ANTONIO / 1670”.
La torre, en el ángulo noroeste, es de planta cuadrangular y se divide en cuatro cuerpos mediante impostas. Los tres cuerpos inferiores de su lado oeste cuentan con cinco vanos de reducido tamaño. El cuerpo superior, donde se alojan las campanas, cuenta con vanos en arco de medio punto en cada uno de sus lados. Remata en una cubierta de pizarra a cuatro aguas con una tronera en cada lado, en cuyo centro se eleva un pequeño cuerpo cuadrangular rematado por una cubierta de pizarra.
Interiormente, todos los muros están enlucidos y se asientan sobre un zócalo de piedra de considerable altura, mientras la cabecera poligonal está totalmente cubierta por el retablo mayor. El cuerpo de la iglesia está formado por tres naves, más ancha y alta la central, separadas por arcos de medio punto con perfil en arista viva, que descansan, mediante impostas, sobre pilares cuadrangulares.
La nave central se cubre con una bóveda de medio cañón dividida en cuatro tramos mediante arcos fajones, y con lunetos triangulares. Las naves laterales se cubren con bóvedas de medio cañón con lunetos. Los arcos apean sobre pilastras adosadas a los pilares de separación de las naves. El mismo sistema de cubrición de las naves laterales se repite para los brazos de la nave de transepto, cortos y de planta rectangular, a los que se añaden bandas en forma de cruz. El espacio cuadrangular del crucero se cubre con una cúpula intradosada y los muros de las naves laterales se estructuran en dos cuerpos.