Es decir, hay test, pero, después de hacer la prueba, no se puede conocer cuál es el resultado de la misma. Un error de cálculo que llega tras dos meses de espera por parte de los centros de Atención Primaria de Leganés para que llegasen las pruebas del coronavirus a nuestra ciudad.

En esta misma información se añade que una de las opciones que se baraja desde los centros de Atención Primaria es la de recortar los hisopos ya usados, de cara a que puedan ser leídos por la máquina que posee el Severo Ochoa. La decisión, por tanto, sería analizar los test ya usados y comprar nuevas pruebas. Eso sí, nuevos test que sí que entren en la máquina.