Había que ganar y se ganó. Y se hizo bien, sufriendo, lo que le sumó un punto más de emoción. Pero se ganó y se cogió aire en una situación negativa. El C.D. Leganés, con Luis Cembranos en el banquillo, recibía a un Mallorca crecido tras ganar al Real Madrid. Butarque se vestía de gala para llevar al equipo en volandas hacia la primera victoria de la temporada. Y se consiguió.
El Lega arrancó nervioso, fruto de la situación que vive un club que no había logrado ni una sola victoria en lo que iba de campeonato. Pero, poco a poco, fue cogiendo el impulso necesario para atacar a un Mallorca que vuelve a la Primera división después de vivir varios años en el infierno de Segunda y Segunda B.
El impulso sirvió, sobre todo, para que, mediado el primer tiempo, Braithwaite (el de siempre) anotase el único tanto del partido a centro de Rosales. Gol que desató la locura en el estadio pepinero y que sirvió para que, por fin, fuésemos por delante en el marcador. Tocaba sufrir, con mucho tiempo por delante.
La grada se contagió de su vitalidad y llevó al equipo hacia la victoria
Pero ahí salió el genio de Luis Cembranos. Con naturalidad, alentando al público al más puro estilo ‘Cholo’ Simeone. La grada se contagió de su vitalidad y llevó al equipo hacia la victoria. Jugadores y aficionados supieron controlar los ataques producidos por los mallorquines, que lo intentaron hasta el final.
Entre medias, otra vez Braithwaite estuvo a punto de ampliar la distancia en el marcador, pero el larguero evitó que el danés ampliase su cuenta goleadora. José Arnaiz también lo intentó, pero falló en una contra en la que parecía todo a su favor.
Al final, tres puntos de oro para el Lega, que, este miércoles, a las 21:15 horas, visitará el Estadio Santiago Bernabéu. Luis Cembranos se ha ganado a los aficionados pepineros y ha demostrado que puede ser la mejor opción para llevar al Leganés a la salvación.