La Maniobra Heimlich y su importancia

Esta maniobra consiste en un procedimiento de primeros auxilios que tiene como finalidad desobstruir el conducto respiratorio. Lo más común es que estas obstrucciones se produzcan por trozos de comida, huesos u otros objetos. Esta maniobra es la más efectiva en estos casos.

Antes de nada, diferenciaremos entre asfixia total y parcial, si el afectado emite ruidos de aspiración y tos, se trata de una obstrucción parcial, por lo que hay que motivar al afectado a toser, sobre todo a los niños. Si no lo expulsa por sí solo:

En adultos, se realizarán cinco golpes entre las escápulas, el tronco del afectado debe estar completamente inclinado en este caso, para que el objeto no baje más con los golpes.

Si el anterior paso no funciona, procederemos a practicar la maniobra Heimlich, para ello debemos situar el puño justo debajo del esternón (en la boca del estómago), con la otra mano sujetaremos nuestro puño y realizaremos las compresiones firmemente hacia dentro y arriba, el tronco del afectado debe estar ligeramente inclinado.

En el caso de encontrarnos solos, la manera más efectiva es usando una silla, situaremos el respaldo de dicha silla debajo de nuestras costillas y ejercemos la fuerza sujetando el asiento de la silla y empujando hacia arriba con fuerza.

Estas maniobras se pueden realizar con niños desde los dos años, adecuando la fuerza y poniéndonos en la medida de lo posible a su altura para realizar la maniobra.

En cualquier caso, se recomienda masticar bien los alimentos, no dejar a los niños sin vigilancia y avisar a los servicios médicos y de emergencia en cualquier caso.