Cada vez más cerca del fin del periodo legislativo, la Unión de Policía Municipal de Leganés ha realizado una valoración sobre la seguridad ciudadana en nuestra ciudad. Una necesidad que para el sindicato “ha sido la peo en diferencia en muchos años”. Además, se trata de un problema que ha ido desde “la gran falta de personal hasta los medios materiales”.
El problema más importante para la Unión de Policía Municipal es la gran falta de personal, con más de 90 vacantes en plantilla entre mandos y policías. “Esto ha llevado a que muchas noches solo haya dos patrullas por todo Leganés o incluso ninguna”, continúan informando, a la vez que recuerdan que dese el año 2008 “no ha entrado un solo policía de nuevo ingreso en la plantilla”.
Pero esto no es todo, debido a este problema en la plantilla desde el sindicato han asegurado que los actos vandálicos en el municipio han aumentado, ya sea desde los vertidos ilegales hasta el “incremento de reyertas o robos en locales y comerciales, además de la gran cantidad de avisos por molestias de ruido en vía pública”.
Los medios materiales tampoco parecen ser el punto fuerte en este periodo legislativo
Los medios materiales tampoco parecen ser el punto fuerte en este periodo legislativo, ya que durante todo este tiempo han tenido que trabajar con un “etilómetro o un radar prestado”. “Falta de medios informáticos, la unidad de Policía Judicial de Tráfico no tiene ni una cámara de fotos con la que trabajar o que su furgoneta lleva meses averiada”, cuentan desde la Unión de Policía Municipal mientras explican la falta de recursos.
Sin dejar atrás los recientes hechos en la Plaza de toros `La Cubierta´, han explicado que el control de la situación sucedió gracias al apoyo de la Policía Nacional y de una tercera patrulla de la Policía Municipal que pudo acercarse porque “llegaron mucho antes a trabajar”.
De esta manera, desde el sindicato han acabado achacando al alcalde de Leganés, Santiago Llorente, y al Concejal de Seguridad Ciudadana, Óscar Oliveira, “que lo único que se han preocupado, es de abandonar, desprestigiar, menospreciar y vulnerar los derechos laborales, de una plantilla cansada de sufrir sus continúas faltas de respeto, su juego de trilero y de escucha sus mentiras durante estos fatídicos 4 años”.