La desafección política es otra de las grandes pandemias que asola a nuestro país y que se ha intensificado con la lucha partidista a la que hemos asistido los ciudadanos en plena ola del coronavirus. En pleno intercambio de reproches llegan a Leganés las restricciones dictadas por el Ministerio de Sanidad por las que se limita la movilidad y obliga a la política local a dar lo mejor de sí misma para dar soluciones y certidumbres, aunque la unión parece estar lejos.
El portavoz de ULEG, Carlos Delgado, hace balance sobre las medidas diseñados por el Equipo de Gobierno formado por PSOE y Leganemos y repasa los episodios más polémicos del municipio como el ‘caso rotonda’ y la transferencia de los bomberos a la Comunidad de Madrid.
Un Gobierno municipal “mediocre”
La aplicación de las restricciones para contener el Covid-19 se antojan complicadas en Leganés ante la falta de agentes de Policía Local. Una circunstancia que ya denunciaron los sindicatos policiales y a la que se suma ULEG. “Sobre el papel se pondrán poner muchas restricciones, pero la Policía Local, por muy profesional que sea, no puede dar más de sí. Ahora mismo hay como 60 policías menos de lo que había hace 10 o 15 años en el municipio”.
Delgado critica que, pese a que el Gobierno municipal es consciente de la problemática “al final no se hace nada”, debido a la “falta de capacidad política y de gestión en este equipo de gobierno que no es capacidad de coordinarse ni en sí mismo”. Especialmente crítico se ha mostrado con un Equipo de Gobierno al que califica de “mediocre” y que “hace aguas por todos los lados”. Sobre el alcalde de Leganés, Santiago Llorente, le acusa de no ser un buen gestor, pero reconoce su capacidad para mantenerse en el cargo. “Él conoce bien las claves para estar en el sillón todo el tiempo que él estime oportuno”.
Delgado desconfía de la “insistencia” del PSOE de sacar adelante la rotonda de Legatec, “uno de los mayores escándalos y atropellos de la última historia democrática de la ciudad
Frentes abiertos
Leganés se ha visto sumida en la polémica en los últimos meses a cuenta de la transferencia del Cuerpo de Bomberos, hasta ahora en manos del consistorio, a la Comunidad de Madrid. El acuerdo se hizo efectivo el 1 de octubre, pero envuelto en el escándalo. Desde ULEG consideren “inaceptable” que el traspaso “haya estado condicionado por el chantaje”, refiriéndose a la presunta amenaza de aceptar el traspaso o “acabarían de jardineros en el ayuntamiento de Leganés”. Las últimas informaciones señalan que el concejal de Seguridad les prometió que recibirían “entre 8.000 y 10.000 euros en concepto de productividad”.
El ‘caso rotonda’ también ha desatado la ola de indignación entre los leganenses tras conocer el gasto de 8,7 millones de euros en la rotonda de Legatec. Un desembolso que para el portavoz de ULEG “huele muy mal” y señala como posible trasfondo de la inversión facilitar que “los camiones de una multinacional de refrescos puedan salir con mayor fluidez”. Delgado desconfía de la “insistencia” del PSOE de sacar adelante “uno de los mayores escándalos y atropellos de la última historia democrática de la ciudad”.
El enfrentamiento entre el principal partido de la oposición y el ejecutivo municipal es evidente, aunque ULEG pide unión para sortear una crisis sanitaria y económica que ha golpeado sin piedad a nuestra ciudad.