No tiene causa justificativa, en los tiempos actuales, escenarios de apropiación de libertades por culpa de un de un dictador de bien vestir y mejor comer. Todos hemos sido testigos como hace poco, muy poco tiempo, un dictador de bien vestir, mejor comer y carente de corazón, decidió arrebatar el futuro, la libertad y la vida a un pueblo humilde luchador como es el pueblo ucraniano. ¿Qué es lo que la verdad esconde? ¿Por qué los radares de la libertad mundial no han detectado a tiempo las nocivas intenciones del señor Putin? ¿Para qué sirven esos miles de colectivos internacionales que supuestamente están para preservar el orden mundial?
Creo firmemente que más pronto que tarde volverán a ser los ucranianos los dueños de su futuro y de sus libertades. Los mismos que deberían ser los que juzguen los crímenes de guerra de Putin.
Mientras tanto, el gobierno alimenta la inflación
No tienen causa justificada ninguna, en los tiempos actuales, la depreciación tan insistente que se está aplicado a la calidad de vida de las personas. Son los precios actuales los que hacen consagrar una nueva pandemia, la “Pandemia Económica”, aunque si bien es cierto que para esta pandemia las vacunas y los tratamientos adecuados no les corresponden a otros que más que a los aparentes expertos en la gestión pública. No se puede aplicar más desconcierto a los ciudadanos, subidas descontroladas de la luz, el gas, los combustibles, los alimentos... ¿Hasta cuándo se va a seguir atentando a la dignidad de las personas? ¿Por qué no existen unos adecuados salvavidas económicos para estas situaciones inducidas?
Las personas están sufriendo una pandemia económica, esta también silenciosa, se necesitan medidas contundentes y eficaces. Aunque, si bien es cierto, dichas medidas posiblemente no se puedan tomar al no reconocer desde hace años por parte de nuestros gobernantes, que han saturado a los españoles de obligaciones tributarias de una u otra forma y el dinero se esfumó.
¿Por qué muchos de los gobiernos europeos toman medidas para proteger a sus ciudadanos y nosotros estamos cada día más vulnerables? Por suerte, el mejor patrimonio de nuestro país son las gentes que en él habitan y que los sostienen pese a las dificultades que se les ponen de forma traicionera. Gracias a todos ellos.