Cuando llegan los días clave para reivindicar la igualdad de las mujeres como el 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, o el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, nunca faltan en Leganés numerosos actos institucionales encabezados por el mismo alcalde Santiago Llorente en los que defiende lo feminista que es su gobierno y lo comprometido que está con la igualdad de las mujeres. Sin embargo, cuando observas la realidad de su gestión municipal y la postura que ha tomado su gobierno “socialista” ante denuncias de violencia de género en la propia corporación municipal y existen intereses políticos de por medio, te das cuenta de lo vacío de su discurso y de la hipocresía con la que actúa.
En el año 2019 la concejala de Igualdad, Elena Ayllón (que actualmente ocupa el mismo cargo), anunció en el Consejo Sectorial de Igualdad la convocatoria de mesas de trabajo para desarrollar un Plan de Igualdad en la ciudad de Leganés. Bien, tras dos reuniones nunca más se supo del plan y ante las numerosas veces que en ULEG hemos preguntado por la cuestión siempre la misma respuesta: “no se va a desarrollar en el corto plazo”.
Si a la falta de un plan que guíe las políticas de igualdad municipal le añadimos la desastrosa gestión del personal del área se agrava más lo fariseo del discurso “socialista”. Así, desde hace más de 2 años el Punto Municipal del Observatorio Regional de Violencia de Género no presta el servicio de asesoría jurídica. Es decir, cuando una mujer víctima de violencia de género o cualquier mujer precisa asistencia jurídica le dicen que se vaya al Colegio de Abogados de Madrid o a la propia Comunidad de Madrid, esa gobernada por el PP al que PSOE no se cansa de criticar por sus políticas alejadas del feminismo. Muy coherente todo, sí. A eso súmale que añadir que desde el mismo período de tiempo tampoco se presta el servicio de psicología infantil para esos niños de familias donde hay existido casos de violencia de género...
Esta nefasta gestión en un área tan sensible, además de privar a las mujeres de Leganés de un servicio de suma importancia, se traduce en la pérdida de subvenciones para la lucha contra la violencia de género en el municipio.
El Ayuntamiento de Leganés ha perdido este año una subvención de la Comunidad de Madrid de más de 100.000 euros al no estar completa la plantilla de trabajadores con la que debe contar todo punto municipal de violencia de género (abogada, trabajadora social, psicóloga infantil y psicóloga para víctimas).
Todos estos hechos demuestran el discurso vacío del PSOE de Leganés. ¿De qué sirven tanta foto y verborrea de atril en los actos feministas si luego se destina tan pocos esfuerzos a estas políticas?
Las mujeres de Leganés lo que necesitan es un gobierno que pase de las palabras a los hechos que se comprometa de verdad con la igualdad y que no utilice la causa feminista para buscar fotos y confrontación. Al menos, desde ULEG seguiremos esperando esa oportunidad de gestionar el Ayuntamiento de Leganés, dotándolo de recursos e infraestructura adecuadas en este camino hacia la igualdad real.