ULEG, principal partido de la oposición en el ayuntamiento de Leganés, reclama la asunción inmediata de responsabilidades por la resolución judicial que se ha conocido recientemente y que tumba el IBI de 2020. Por lo que se suma a la propuesta del PP de que se devuelva el IBI.

Un IBI rodeado de polémica, de innumerables quejas de la oposición y de las entidades vecinales, que provocó plenos a puerta cerrada. De una manera directa o indirecta ha generado dos sentencias demoledoras.

Por un lado, la sentencia del TSJ que censuró el comportamiento antidemocrático y arbitrario del alcalde de Leganés en los Plenos, condenándolo gracias a denuncia de ULEG por violar los derechos fundamentales de la oposición.

Por otro, la sentencia que anula el IBI de 2020 que "es el culmen de la chapuza y desgobierno de un alcalde y un “equipo” absolutamente a la deriva," que por ejemplo, destinan 10 millones de euros a una inútil rotonda o en el plan Impulsa Leganés, "mientras tiene la ciudad abandonada en los servicios públicos más esenciales (Policía Local, Escuela de Música, Escuelas Infantiles y Casas de Niños, CAID…)2 .

El partido vecinal independiente considera imprescindible que esta sentencia se extienda a todos los vecinos puesto que no sería ético que lo que es ilegal e injusto para uno, no lo fuera para el conjunto de la ciudadanía afectada por exactamente lo mismo (como así se ha hecho en las viviendas vendidas ilegalmente a fondos buitres).

Para ello llevará una iniciativa al Pleno si el gobierno no lo hace de manera voluntaria. En cualquier caso, exige la dimisión inmediata de la concejala de Hacienda, Elena Ayllón, por esta incompetencia manifiesta, fruto de la manera de entender un ayuntamiento como un cortijo.

A su vez, ante unos hechos tan graves, el portavoz y concejal de ULEG, Carlos Delgado, señala que “resulta imprescindible que el alcalde se someta a una cuestión de confianza y asuma la voluntad del Pleno. Basta ya de despotismo, de ineptitud, de sangrar ilegalmente los bolsillos de vecinos, autónomos, pymes, de obviar las necesidades de los más vulnerables, de reírse de todos. El vaso ya se ha colmado y no caben más excusas para que los instrumentos que permite la democracia se usen para liberar a Leganés de tanto caciquismo”.