La política leganense no da ni un segundo de respiro. La última polémica suscitada por el entorno político de nuestra ciudad ha llegado a consecuencia de la celebración del último Pleno municipal, que tuvo lugar este jueves 17 de octubre. Las quejas y pitidos de los asistentes presentes en las gradas del Salón de Plenos provocaron que el alcalde, Santiago Llorente, ordenase continuar el Pleno a puerta cerrada, sin público.
Esta decisión hizo que el resto de grupos políticos -excluyendo, obviamente, a PSOE, Más Madrid-Leganemos y Ciudadanos- se negaran a continuar con la sesión plenaria. Un día después de la histórica sesión, uno de los partidos que decidió no participar en el Pleno, Unidas Podemos-Izquierda Unida, ha explicado su decisión.
Entendemos que esta forma de protesta es la única que les queda a los diversos colectivos, toda vez que el gobierno municipal no se reúne con ellos
La formación, liderada por Gema Gil, ha asegurado que “manifestamos al alcalde que estamos en contra de que se desaloje a las personas que protestan, que la solución pasa por negociar. Entendemos que esta forma de protesta es la única que les queda a los diversos colectivos, toda vez que el gobierno municipal no se reúne con ellos”.
Por otra parte, han mostrado su sorpresa ante la decisión de Más Madrid-Leganemos de continuar en el Pleno: “nos parece especialmente grave por parte de Mas Madrid-Leganemos que en su propia web publicaba en 2016 una nota de prensa contra los plenos a puerta cerrada. Parece que también son de l@s que dicen una cosa en la oposición, y otra cuando gobiernan”.
El grupo municipal ha aprovechado para explicar que “vamos a seguir en la misma línea coherente que hemos mantenido toda la legislatura. Para poder celebrar los plenos con normalidad, es necesario resolver los problemas que plantean los colectivos que protestan. Entendemos que no se debe tampoco desalojar a las personas que reivindican sus derechos, sino negociar con ellas”.