A las personas que consuman drogas por vía parenteral y que estén diagnosticadas de hepatitis C se les debería prescribir la toma de la profilaxis pre-exposición (PrEP) con el fin de incrementar las medidas de prevención del VIH, según un estudio del Gesida.
Así lo aconseja el trabajo elaborado por expertos del Grupo de Estudio del Sida de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica publicado en la revista científica AIDS, que concluye la necesidad de incluir la PrEP a este colectivo.
El uso de la PrEP conlleva un seguimiento clínico y analítico junto con consejo asistido y control de la adherencia
La mayoría de los estudios han mostrado una gran variabilidad en cuanto a su eficacia, cercana al 86%. Estos resultados van íntimamente ligados al nivel de adherencia al tratamiento. En nuestro contexto, con una epidemia concentrada en HSH, la PrEP es más coste-efectiva en HSH de alto riesgo y no debería ser una intervención aislada sino usada en combinación con otras intervenciones. El uso de la PrEP conlleva un seguimiento clínico y analítico junto con consejo asistido y control de la adherencia. La mayoría de los estudios recomiendan realizar un seguimiento durante un año. Posteriormente, se valorará la discontinuidad de la PrEP, planificar una reevaluación y establecer derivaciones a programas comunitarios o de apoyo.
El estudio del que se extraen estos datos se realizó entre 2013 y 2016 sobre 954 individuos que pasaron por una unidad de reducción de daños localizada en Madrid.
Del total de individuos estudiados se incluyeron 260 que eran usuarios de drogas y que tenían realizada al menos una prueba de seguimiento de VIH.
El 70,2 % eran hombres, con una media de edad de 37 años, de los que el 32,7 % tuvieron una prueba positiva de VHC (virus de la hepatitis C) y el 55 % había informado del uso de drogas inyectadas.
Tras algo más de dos años de seguimiento, la incidencia general de seroconversión al VIH fue de 3,02 nuevos casos por cada 100 personas-año.
Pero con una importante diferencia: La incidencia fue de 1,17 nuevos casos por 100 personas-año en individuos con VHC negativo, y de 4,98 por 100 personas año con VHC positivo.
La PrEP, debe ser prescrita en unidades asistenciales que reúnan unos requisitos mínimos para garantizar el correcto funcionamiento de la intervención, si bien en la captación de personas susceptibles para su uso se podrían incorporar centros comunitarios. La implementación sistemática de la PrEP debería ir acompañada de un sistema de monitorización y evaluación con instrumentos de recogida de información mínima común estandarizados y circuitos de información eficientes.