Ya lo dijo Coco Chanel: el lujo no es lo contrario a la pobreza, sino lo opuesto a la vulgaridad. Claro que lo que Chanel astutamente se callaba era que el lujo constituye un inmenso negocio que está en constante crecimiento y continuamente cambiando para adaptarse a los nuevos tiempos. No se me ocurre nadie mejor para ahondar en este tema que Juan Borges, con más de quince años de experiencia en el sector y fundador hace tres años de la agencia Luxstyle Consulting, cuyo lema cita: "Hablemos de moda y lujo... hablemos de negocios". Muy bien, ¡hablemos!
Helena Ramírez Alarcon, Comunicadora de Moda
"Los conceptos de lujo y moda son tan abstractos que a veces nos confunden", me explica Juan Borges con tanta pasión que se le olvida probar el delicioso brunch que nos han servido en el exclusivo club madrileño donde nos encontramos, "pero a mí me interesa la parte del negocio. Es fundamental que un artista se exprese con libertad y desarrolle su arte, pero al final del día hay que vender esas creaciones, y ahí es donde entramos nosotros".
No cabe duda de que Juan Borges sabe de lo que habla. Su agencia Luxstyle Consulting es a día de hoy la mejor opción de posicionarse en el mercado para marcas, diseñadores... ¿y artesanos? "¡Por supuesto!", explica. "En los tiempos que corren, muchos artesanos recurren a agencias como la nuestra para que les ayudemos a potenciar su comunicación y a elaborar el marketing digital, que son, hoy por hoy, herramientas fundamentales en el negocio". Su cartera de clientes es de lo más ecléctica: además de diseñadores y marcas, encontramos a cantantes, pintores y hasta empresas farmacéuticas. Y, por si fuera poco, Borges tiene una agencia de modelos, digamos, diferente: Las It Models Influencers. ¿Es que nos hemos vuelto locos, Juan? Él ríe al tiempo que me asegura que no nos hemos vuelto locos, o tal vez sí pero es una locura que afecta a todo el mundo. "Ya no solo se busca que una modelo sepa desfilar o posar para los fotógrafos, queremos que sean mujeres con un interesante bagaje cultural, que sepan idiomas, que tengan capacidad de influencia y que nos aporten mucho más que una imagen. El público está deseoso de ver a estas modelos en el backstage y de seguir los acontecimientos de su vida. ¡Quieren saber más!".
Juan Borges y Helena Ramírez durante la entrevista. Imagen: Redacción
"El negocio del lujo es mi pasión y mi gran fascinación"
Cuando usa palabras como branding, influencer o lifestyle lo hace con un acento de Sir inglés, o quizás irlandés, ya que cursó estudios en el Trinity College de Dublín. Y es que Borges, afincado en España, no contempla fronteras en lo que se refiere a su trabajo. Actualmente colabora con una conocidísima marca de joyas francesa, ha inaugurado el curso escolar con importantes desfiles y eventos corporativos, y me confirma su participación en el próximo festival de cine ruso que tiene lugar en Marbella. "¿Quién te ha chivado eso?", me pregunta Juan entre sorprendido y divertido. A modo de respuesta, bebo un sorbo de zumo de naranja. Una comunicadora nunca revela sus fuentes, y una dama mucho menos.
Antes de despedirnos, le doy a Juan la oportunidad de añadir algo y él la aprovecha para realizar una aclaración: "El negocio del lujo es mi pasión y mi gran fascinación, pero está equivocada la gente que piensa que mi trabajo consiste en ir de evento en evento. Hay mucho trabajo invisible, largas jornadas de oficina y muchísima seriedad detrás de este proyecto".
Concluida la entrevista, me alejo con mi equipo del club privado con la convicción de haber hablado con uno de los hombres que mejor entienden el lujo en este país y, además, un lujo de entrevistado (¡ha invitado al brunch!). Y echo a andar, como decía Chanel: con la cabeza, los tacones y los principios altos.