Es un orgullo para mí poder escribir unas líneas en recuerdo a Pedro Zerolo en el tercer aniversario de su fallecimiento. Fueron muchos años trabajando con él mano a mano, mañana, tarde y noche porque él era un trabajador infatigable, un “servidor público” como a él le gustaba definirse, que exigía de sus colaboradores el mismo compromiso que él tenía. Sus días no tenían 24 horas, siempre tenía algo que hacer, algo por lo que luchar, algo que reivindicar. No en vano se definía como un activista de su propia vida, un republicano, laico y feminista. Yo prefiero definirle, por encima de todo, como un hombre valiente, muy valiente, un hombre comprometido con la libertad, la justicia social, la diversidad y la igualdad.
Me gustaría recordar que Pedro no sólo impulsó la Ley del Matrimonio igualitario y que gracias a él se llamó así, él siempre decía que “iguales derechos, iguales nombres, lo contrario sería apartheid”, sino que también lo hizo con la Ley de identidad de género; la ley que oficializaba la lengua de signos; la ley de igualdad de trato y el derecho al voto de los inmigrantes en el extranjero.
Un orgullo
Con el nuevo Gobierno Feminista de Pedro Sánchez Pérez-Castejón, con el que compartió banco en el Consistorio Madrileño y en la Ejecutiva del PSOE, Zerolo estaría feliz, orgulloso de su partido. Pedro Zerolo era un feminista convencido porque decía que la lucha de las mujeres era para él un ejemplo de generosidad, siempre se sintió y le sentimos como "uno de las nuestras". Estoy convencida de que, si la cruel enfermedad no se le hubiera llevado tan tempranamente, formaría parte de este gobierno que está trabajando y luchando desde la izquierda, porque él siempre decía, que “cuando se lucha desde la izquierda, se lucha desde el lado de la generosidad, el compromiso y la igualdad”. Y es que, con este Gobierno, podemos hacer de España un país más libre, más avanzado, más tolerante y respetuoso. Él no era hombre de cargos más que por lo que podía hacer desde ellos a favor de quienes están a pie de calle, de la ciudadanía, pero yo siento como un escalofrío que recorre mis venas y los escaños del Parlamento, porque no haya podido vivir esta nueva y esperanzadora etapa.
Este nuevo Gobierno del PSOE, con Pedro Sánchez a la cabeza, destaca por su ímpetu para seguir transformando nuestro país, tenemos que tener “ideas claras, identidad en el discurso político y valentía en la acción”, tres de las premisas que Pedro Zerolo utilizaba en su trabajo diario.
Yo prefiero definirle, por encima de todo, como un hombre valiente, muy valiente, un hombre comprometido con la libertad, la justicia social, la diversidad y la igualdad
Mi hermano
Muchas son las razones y muchas más las emociones para recordar a mi amigo, “mi hermano” Pedro Zerolo, me siento orgullosa de todo lo que consiguió, de todo lo que me enseñó, de todo lo que compartimos (bueno y malo), de las risas y los llantos que nos dejaron exhaustos, de las confidencias mientras comíamos en su casa la maravillosa pasta que nos preparaba su marido Jesús, es tanto el hueco que ha dejado que, realmente es muy difícil, llenarlo. Después de tres años es imposible en muchos momentos, como cuando inauguramos su Plaza, reprimir las lágrimas. Para mí fue un hombre excepcional que ha sido un ejemplo para toda una sociedad. Fue un hombre libre que nos hizo más libres a todos y por lo tanto más felices.
Gracias, muchísimas gracias por recordar en esta publicación a Pedro Zerolo, muchos somos los que le echamos de menos todos los días, él era luz, felicidad y alegría, así que me gustaría que todos le recordáramos con alegría, es como a él le gustaría ser recordado, pese a que en ocasiones no podamos reprimir las lágrimas por la injusticia de "esa muerte enamorada y esa vida desatenta". Pedro Zerolo vivió y actuó apasionadamente, convencido de que la política tenía que servir para cambiar la sociedad, y que se podía hacer, ¡no lo olvidéis!, gracias a todas y todos.
Quiero acabar con unas palabras que su gran amigo Juan Fernando López Aguilar le dedica en el prólogo del libro “Estado de derecho y discriminación por Razón de Género, Orientación e Identidad sexual”, Pedro Zerolo fue “uno de esos tipos imprescindibles en los que la lucha por la igualdad habría echado de menos si nunca hubieran existido”. Y existe para siempre en los corazones de quienes le hemos admirado y querido.