El pasado mes de junio, José Luis Martínez-Almeida, mantuvo una reunión por vía videollamada con el que él y su equipo pensaban que era el alcalde de Kiev. No obstante, ese encuentro no fue más que una "broma" de dos humoristas rusos, Vovan y Lexus, que se dedicaron a mantener este tipo de encuentros institucionales con alcaldes y alcaldesas europeo/as haciéndose pasar por el dirigente kievita.
Así, un usuario de Twitter publicaba en día 10 de agosto al mediodía fragmentos del vídeo completo subido a Rutube, el servicio de transmisión de vídeo web dirigido a hablantes de ruso, es decir, su 'YouTube'. Hoy, contamos con el enlace al vídeo completo de 17 minutos.
En las conversaciones se puede ver a Almeida hablando en inglés, donde sentencia frases como: "Sí. Estoy de acuerdo, creo que es necesario castigar a los bastardos rusos aquí en España y en Madrid". También menciona la "estrecha relación" del gobierno municipal con Ucrania y sus embajadas, junto con los actos benéficos organizados para conseguir ayuda durante la invasión.
Frente a la pregunta de si el gobierno de Madrid ayudaría al presunto alcalde de Kiev en su ficticia campaña para deportar a ucranianos en edad de combatir, el alcalde se muestra firme: "Por supuesto. No creo que eso sea un problema, Madrid apoya el envío de ucranianos a Ucrania para que participen en las hostilidades". Además, le da un consejo y advierte: "creo que, por cierto, se necesitan hasta más soldados para luchar contra Rusia".
Ante una supuesta acción reivindicativa que se iba a realizar desde Ucrania durante la cumbre de la OTAN en Madrid para defender que el país ya se encontraría listo para pertenecer a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (hablamos de ir desnudos a atacar a los miembros de las delegaciones de la OTAN y embadurnarlos con heces fecales), el alcalde madrileño no dudó ni un momento que fuese una broma de (muy) mal gusto y contestó que las dos formas de asegurar el futuro ucraniano eran, precisamente, su adhesión a la UE y la pertenencia a la OTAN.
En ese sentido, Almeida trasladó a Kiev (o eso creía) que la iniciativa se trataba de "la mejor metáfora para mostrar a la gente lo que está pasando actualmente en Ucrania", ya que el país invadido estaba quedando completamente "desnudo, sin dinero, sin apoyo"; apuntando la necesidad de que la gente no olvidase el conflicto. Al ofrecerle una invitación para unirse a la 'performance nudista', Almeida ríe y alega "No estoy tan seguro de mi figura".
"Me gustaría que día del Orgullo de Madrid llevara el nombre de Bandera", le trasladan al alcalde. Le narran que 'Bandera' fue un "héroe nacional que luchó contra Rusia y los judíos durante la Segunda Guerra Mundial". En ese momento, Almeida pregunta si este es un icono LGTBI en Ucrania, a lo que el 'alcalde de Kiev' contesta que ya está fallecido, pero que en su día "sí que lo fue". Entonces, nuestro representante trata de evitar darle una respuesta más comprometedora y le invita a acudir a la celebración.
Creo que es necesario castigar a los bastardos rusos aquí en España y en Madrid
Almudena Grandes también fue mencionada en esta charla, y es que al alcalde le vacilaron con todas las de la ley: punto por punto y sin dejar puntada sin hilo. Le trasladan que, a pesar de no haber leído ninguno de sus libros, "yo también la odio". Almeida bromea con que él tampoco ha leído nada de la autora y menciona la controversia generada tras su fallecimiento en cuanto a las posturas y actuaciones institucionales del Ayuntamiento de Madrid y, en particular, las suyas propias.
Le preguntan en torno al golpe propiciado por el alcalde a un niño con una pelota de fútbol y se preguntan si "pidió disculpas al muchacho". Él les habla de que este episodio se hizo muy famoso “aquí en Madrid y en España” y que "adora" el fútbol. En la apertura de un estadio cuando lanzó un penalti; no fue al portero, sino a un niño, "que estaba muy cerca de la portería"; tratando de ‘justificar’ lo ocurrido con el menor, acto que no fue intencionado.
Como mencionaba, los humoristas no hicieron nada al azar: hablaron exactamente de los temas que iban a sacarle los colores a nuestro alcalde. Por ello, otro de los asuntos por los que se le preguntaron fue la trama de las mascarillas. Traslada que la situación era "de locos" en la "jungla" que se convirtió nuestro país allá por marzo de 2020. Posteriormente, le engaña diciendo que no cree en el COVID, que no se ha vacunado y que el certificado es "comprado" a lo que Almeida responde que "es sólo un punto de vista diferente. Es importante tener diferentes puntos de vista sobre diferentes temas, ¿no? El pluralismo de las opiniones es importante".
Finalmente, hablan sobre el mote de Almeida: "Carapolla". Tras las risas y el rubor de sus mejillas, hace una traducción simultánea y le aclara al 'alcalde de Kiev' que su apodo es como decir "cara de pito" y le resta importancia apuntando que "es un punto de vista de mis adversarios políticos", en referencia con su nariz, "muy grande". Posteriormente, le da la enhorabuena por el “alto conocimiento” que tiene de la ciudad y de él.
Esta fue la última broma de los dos humoristas y con la que el equipo del Consistorio madrileño se percató de lo que estaba ocurriendo. "¿Tal vez recuerdas cuando te metí la p**** en la boca? Y ahí es cuando te hiciste un "cara de pito", Carapolla".
En este preciso momento es cuando la expresión de Almeida cambia por completo e intenta salvar la situación, aunque ya es prácticamente imposible. Continúan con el vacile, repitiendo su mote y el alcalde le reitera que tratará con el embajador los temas comentados, a lo que para dar por terminado la reunión, el 'alcalde de Kiev' añade: "También te meterá la p*** en la boca".