Más Madrid acusa al Ayuntamiento de decisión "arbitraria" tras la elección del proyecto de la empresa del sobrino de Amancio Ortega para la gestión del Teatro de Madrid. El espacio cultural municipal se encuentra ubicado cercano al CC La Vaguada, en Fuencarral-El Pardo, en desuso desde el año 2011 cuando finalizó el contrato con la empresa Altibus, encargada de su gestión desde su inauguración en 1992. El Ayuntamiento habría decidirlo restaurarlo y dotarle de una 'segunda vida'. No obstante, la licitación ha generado polémica.
La desconfianza en cuanto a esta decisión se encuentra también dentro del propio Consistorio. El teatro se encontraba adscrito al Área de Obras y Equipamientos, pero mediante un decreto y sin previo aviso, el 23 de febrero de 2021 pasó a formar parte de la Junta Municipal de Fuencarral-El Pardo, presidida por Francisco Javier Ramírez; conocido en la ciudad por su inversión en la 'españolidad', al colocar banderas en numerosos espacios públicos. Así, los intereses comerciales comenzaron a asomarse y entre los meses de mayo y junio del pasado año, se presentaron proyectos para su reapertura y explotación.
Uno de los proyectos presentados fue a manos de una de las mayores productoras de nuestro país, Stage Entertainment España, encargada de musicales como El Rey León y Mamma Mía!. La elegida, finalmente, fue la empresa gallega, J&L Spain, SL, ubicada en A Coruña dedicada a la gestión de discotecas y restaurantes; la que consiguió su gestión. Sin embargo, expertos en la materia y técnicos municipales consultados por varios medios, se trata de una opción que carece de alcance y capacidad técnica.
La inadmisión de la iniciativa presentada por la empresa Stage Entertainment se debe a que no se ajustaba al régimen jurídico previsto por el distrito, de conformidad con la Ley de Contratos del Sector Publico, puesto que su iniciativa se refería a un contrato de concesión de obras y no de concesión de servicios. Por lo tanto, desde el punto de vista jurídico y técnico, esa propuesta es incompatible con los fines y objetivos para la prestación del servicio cultural
Tras la tramitación de la iniciativa privada de explotación del teatro, el 10 de enero finalizaba el período de alegaciones. Ahora, la Junta tiene tres meses para pronunciarse. En el concurso, la empresa gallega contará con cinco puntos de ventaja respecto a sus competidores, con motivo de "la viabilidad" propuesta. La empresa es propiedad del sobrino político de Amancio Ortega, Juan Carlos Rodríguez Cebrián, casado con Dolores Ortega Renedo, hija del hermano ya fallecido del empresario internacional.
El 2 de enero el Servicio de Medio Ambiente y Escena Urbana de la Junta del distrito presentó un informe técnico donde se constataron varias irregularidades como la insuficiencia de indicaciones sobre las obras que se van a realizar y exigiendo la aportación de planos del estado actual y del estado propuesto que permitan comprobar su alcance y viabilidad. En caso de no atender el requerimiento, el proyecto podría ser impugnado durante el procedimiento que finalizará en concurso público.
Tras las explicaciones del Ayuntamiento, Más Madrid alega que, tras estar muy pendientes del proceso, "Nos parece completamente arbitrario que sea el concejal del PP de este distrito el que decida unilateralmente que prospere una propuesta que presenta serias deficiencias técnicas (por lo que hemos presentado importantes alegaciones), en detrimento de la propuesta de otra empresa técnicamente mucho más completa y que, sin embargo, es desestimada sin someterla a informe de otros servicios municipales y sin la suficiente fundamentación jurídica que avale esa decisión", tal y como ha apuntado Pilar Perea, concejala de Fuencarral-El Pardo y portavoz de la Comisión Permanente Ordinaria de Cultura, Turismo y Deporte.
El proyecto del sobrino de Amancio Ortega para el nuevo Teatro de Madrid cuenta con un presupuesto total de más de 18 millones de euros (18.046.555), y las voces discordantes destacan la falta de concreción en cuanto a su uso cultural y la priorización del restaurante del espacio, más que en el teatro; ya que se plantea configurar una auténtica zona de ocio destinadas a bares y terrazas, más que a la cultura. "Estamos estudiando llevar este asunto a la Oficina Municipal contra el Fraude y la Corrupción para que estudie posibles irregularidades en este procedimiento", indican desde Más Madrid.