El alcalde de Madrid y candidato a la reelección por el PP, José Luis Martínez-Almeida, creará una nueva Unidad de Policía Municipal especializada en este tipo de actos, centrada en la lucha contra las pintadas que ensucian las fachadas y muros de la ciudad.
Si consigue gobernar un segundo mandato, aprobará un plan específico con una unidad de policial especializada, que perseguirán la realización ilegal de esta práctica y elevarán la distribución de sanciones. Para ello, se pondrán más recursos, incluyendo la presencia de agentes de paisano.
Esta medida se sumará a la puesta en marcha de unas patrullas ‘antigraffitis’ habilitadas por el Área de Medio Ambiente y Movilidad, que llevan funcionando en el territorio madrileño desde el 1 de septiembre. Se trata de un nuevo Servicio Público de Limpieza Urgente (SELUR), dotado de más medios (incrementos del 158 % en el presupuesto del contrato anterior y un 69% en la plantilla, más 55 efectivos en 12 equipos específicamente para las patrullas antigraffitis) para agilizar y hacer más eficientes las intervenciones. Entre otros servicios, se incluyen estas patrullas especializadas, que responden a los avisos de los vecinos para eliminar las pintadas y revisar periódicamente las zonas de los distritos donde su aparición es más habitual. Entre las mejoras, se retiran las pintadas sobre superficies metálicas, metacrilatos y de plástico. Estas acciones, hasta ese momento, no estaba cubiertas dentro del plan del servicio.
En 2019, el PP endureció los importes por esta infracción
Por otro lado, en Madrid se realizaron 42.994 servicios de limpieza en 2021, con el fin de eliminar las pintadas proyectadas sobre 167.693 metros cuadrados de fachadas de edificios, una media de 118 actuaciones diarias. Fue en el Distrito Centro donde más actuaciones se llevaron a cabo (7.691 en total). Las cifras, aunque elevadas, fueron un 38% inferiores a los servicios que se realizaron en 2019, cuando se registraron 69.269 intervenciones a lo largo del año, unas 190 diarias, y un 62,12% menos de superficie vandalizada con espray respecto al año previo al estallido de la pandemia. El coste medio del Ayuntamiento de Madrid para acabar con los graffitis superaba, entonces, los dos millones de euros anuales.
Las sanciones por realizar estos actos vandálicos se rigen por el artículo 20 de la ley 3/2007 de Medidas Urgentes de Modernización del Gobierno y la Administración de la Comunidad de Madrid. En diciembre de 2019, el Equipo de Gobierno municipal del PP endureció los importes por esta infracción, atendiendo a los márgenes que permitía la legislación. Algunas multas se llegaron a duplicar o triplicar. Un ejemplo fue el caso de las pintadas sobre los cierres comerciales, o elementos asociados a actividades económicas, que se elevó de 500 a 1.000 euros. Sobre mobiliario urbano, muretes, pilares y puertas, las sanciones varían de 300 a 600 euros. Y en edificios emblemáticos, las multas por pintadas se valoran respecto al tamaño, englobando las de menos de un palmo, que suponen un coste de a 2.000 euros, y las que lo superan, ascendiendo a los 3.000.