A tres días del famoso evento del Reggaetón Beach Festival de Madrid, los ayuntamientos de la capital y de Getafe han denegado los permisos a la organizadora, y su cancelación parece inminente. Así lo ha comunicado el consistorio getafense a través de un hilo de Twitter en el que aseguraba que, por cordura y responsabilidad, se debía suspender el evento.
Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid ha explicado que, tras varios análisis del espacio y de la tipología del evento, y tras el caos vivido en otros festivales como el concierto de Harry Styles, el RBF no garantiza "las condiciones de seguridad ni de evacuación adecuadas para un evento de estas características". Algo que, al parecer, también han revalidado los técnicos del consistorio.
El solar de Iberdrola Music, ubicado en el distrito de Villaverde, ha sido protagonista de varios conciertos y festivales cuyo resultado ha sido bastante criticado por las administraciones, sobre todo por la alcaldesa de Getafe, Sara Hernández. La regidora se reunió con el delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Francisco Martín, y con el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, para pedir la cancelación del evento por los problemas de seguridad que ya se estaban dando, tanto en el concierto del famoso cantante como en el pasado Mad Cool.
Ante esta solicitud y la presentación "incompleta", según Almeida, del plan de movilidad presentado por la organizadora del RBF, la decisión ha sido no autorizar la celebración del evento. Un ultimátum que afectará a más de 40.000 personas que habían comprado sus entradas, y que se ha comunicado a tan solo tres días de su celebración.
Esta misma mañana, Inmaculada Sanz ha dejado claro en una rueda de prensa que el consistorio se mantiene firme en su decisión de cancelar el RBF
Por su parte, la empresa encargada del RBF también ha lanzado un comunicado esta mañana asegurando que ellos no han recibido ningún aviso por parte de las autoridades competentes. Además, también han puesto sobre el debate todas las reuniones que han mantenido con las administraciones para sacar adelante el festival.
Sin embargo, parece que el ímpetu de la organizadora por sacar adelante el espectáculo no le valdrá de mucho, ya que, esta misma mañana, Inmaculada Sanz ha dejado claro en una rueda de prensa que el consistorio se mantiene firme en su decisión. Así mismo, la vicealcaldesa de la capital ha explicado que "en estos momentos lo que ocurre es que, por parte de los promotores, se están presentando distintas alegaciones que, por supuesto, se resolverán".
En este sentido, si finalmente se cancela el show, el RBF tendrá un plazo aproximado de 60 días para comunicar a los asistentes una alternativa y, si esta no convence, se deberá reembolsar las entradas y los costes adicionales del festival. Así lo está señalando también FACUA-Consumidores en Acción, desde donde incitan a los afectados a pedir una indemnización por lo ocurrido, "los afectados pueden recuperar el dinero abonado por las entradas, pero también por hoteles y traslados contratados".