Tras establecerse el estado de alarma en España, tanto la propia actividad presencial en los restaurantes Burger King como el propio servicio de reparto a domicilio, han quedado suspendidos temporalmente para evitar la propagación del coronavirus (COVID-19). Así lo ha anunciado Restaurant Brands, propietaria de la mayoría de los locales de la cadena de hamburguesas en nuestro país.
Esto supone la presentación del Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) hacia su plantilla de unas 14.000 personas. La compañía asegura que “esta decisión ha sido adoptada tras valorar las mejores alternativas para mantener el empleo tan pronto como finalice la situación y garantizando la estabilidad de la compañía”.
Burger King ha valorado que esta es la ‘mejor opción’ para proteger a sus empleados, su negocio y a la población española en general. Se trata de una situación de emergencia sanitaria excepcional a la que hay que hacer frente de una manera radical y temporal, por lo que se deberán de tomar las medidas que sean necesarias.
Tanto la propia actividad presencial en los restaurantes Burger King como el propio servicio de reparto a domicilio, han quedado suspendidos temporalmente.
Otras cadenas como Domino’s Pizza, Vips, Foster Hollywood y McDonald’s también se han unido a esta medida. Han suspendido su actividad y reparto a domicilio, según informa Alsea España (la compañía que opera alguno de los restaurantes de Burger King), quien también estudia la posibilidad de aplicar un ERTE los 22.000 empleados de las cadenas que opera.
Sin embargo, hay otras compañías que mantienen el servicio a domicilio, teniendo en cuenta ciertas ‘medidas preventivas’ como que los repartidores dejen la comida en el rellano y que no tengan ningún tipo de contacto físico con los clientes.