No se han cubierto las vacantes que han dejado los trasladados
CCOO alega en su denuncia ante la Inspección de Trabajo que “la Consejería de Sanidad no ha tenido en cuenta, en ningún momento, las necesarias medidas de seguridad y salud previstas para poder realizar las tareas que se requieren para la actividad en el hospital “de las que únicamente tenemos información por los medios de comunicación”.
Añade el escrito que, “en la construcción del hospital de pandemias, consta que tuvo lugar un accidente mortal por caída en altura, y al que se hace mención porque esa falta de información, formación y, en definitiva, de toda la preceptiva actividad preventiva inicial que debe tenerse en cuenta, no ha sido llevada a cabo en ningún momento, desde el principio del proyecto, hasta su puesta en marcha como hospital de referencia para traslado de pacientes COVID”.
Peligro grave
El pasado 24 de noviembre, según la nota de prensa, la responsable de Salud Laboral de CCOO Sanidad Madrid, Rosa Muelas hizo llegar un escrito a la Subdirección General de Relaciones Laborales y Actuaciones Jurídicas del SERMAS, en la que se reclamaba los planes y las medidas de seguridad y salud laboral previstas en la normativa y alertaba de los posibles incumplimientos de la legalidad vigente.
“Ante el silencio por respuesta de las peticiones y sin disponer, tres semanas después, desde la inauguración del Hospital Enfermera Isabel Zendal de ningún documento que acredite que existe la evaluación de riesgos del centro, los planes de evacuación y emergencias, la evaluación de puestos de trabajo o la vigilancia de la salud de los profesionales, entre otras exigencias. CCOO ha procedido a presentar denuncia”.
Asimismo, el sindicato considera que “esta situación de peligro grave afecta no solo a los trabajadores/as del nuevo hospital sino también a los que permanecen en aquellos servicios de los otros hospitales que se han visto mermados por los traslados que la Consejería de Sanidad ha ordenado”.
Finalmente, exponen que “no se han cubierto las vacantes que han dejado los trasladados y esa sobrecarga de trabajo de los que se quedan, puede contribuir a incrementar su estrés y otras patologías poniendo en riesgo su salud y también la seguridad de los usuarios de los centros”.