La God Level llegó ayer a su fin. Tras dos trepidantes jornadas en Chile y México, la competición venía por primera vez a España. El Palacio de Vistalegre fue testigo de como 32 de los mejores freestylers del momento peleaban por ver quién era la mejor pareja del mundo con Chuty y Skone como rivales a batir.
Dependían de sí mismos y cumplieron con las expectativas. Chuty y Skone, tras ganar en Chile y quedar terceros en México, llegaban a la última fecha de God Level con el cartel de grandes favoritos. Era la única pareja que no necesitaba de otros resultados para alzarse con la victoria final. Si ganaban en Madrid, se llevaban la competición. Y ganaron, aunque no sin polémica. En la final derrotaron a la pareja venezolana Lancer Lirical y Letra. El podio final, junto a Chuty y Skone, lo completaron Papo y Stuart y Lancer Lirical y Letra.
Jornadas anteriores
Los antecedentes de las dos jornadas anteriores dejaban muchas dudas sobre cómo se desarrollaría el evento en España. En Chile; el desencuentro entre los dos hosts del evento (Cayu y Misionero) acabó con el encargado de las entrevistas dirigiendo el evento, un público nefasto y unos jueces, que como en tantas otras ocasiones, basaron sus votos en los gritos de la gente y no en la calidad de rima, además de dar réplicas innecesarias una y otra vez, convirtieron la primera fecha de God Level en uno de los peores eventos de los últimos años.
En México, sin embargo, todo fue muy diferente. Serku Fu se encargó, en esta ocasión, de dirigir el corral y lo hizo todo mucho más ameno. El público de México, una vez más, tuvo una actitud de diez y gritaba a todos los gallos por igual sin dejarse influir por el recurso fácil y populista de algunos competidores y valorando las rimas de calidad. Como consecuencia, el jurado, que seguía concediendo réplicas innecesarias, tomó decisiones más coherentes.
Jony Beltrán: "Es el peor jurado"
Polémica nada más empezar
Y con Chile y México todavía en la memoria, empezaba la God Level España. Y empezó con los principales aspirantes a poder arrebatarles el campeonato a los españoles, Papo y Stuart, batallando contra los chilenos El Menor y Pepe Grillo. La superioridad de los chilenos fue tal que nadie, ni los que estaban en el evento ni los que lo vimos por el streaming, entendimos que el resultado fuese réplica. Tras la réplica, El Menor mostró un nivel excelso y derrotó cómodamente a Papo. Eso pensamos todos los espectadores del evento. Menos el jurado. Nueva réplica. Finalmente, Stuart derrotó bien a Pepe Grillo. Los aspirantes seguían con vida y el evento, con emoción.
Si esto fuera poco, la siguiente batalla enfrentó a Chuty y Skone contra los peruanos Jaze y Nekroos. La batalla fue clara para los españoles, pero con la tónica de conceder réplicas gratuitas todo se derrumbó. En la primera réplica, se enfrentaron Nekroos y Skone. El peruano pasó por encima de Skone durante toda la batalla. Los grandes favoritos se iban fuera a la primera en casa. ¿El resultado? Réplica. Entonces llegó el turno de Chuty y Jaze. La primera fue clara para los españoles, la segunda fue muy clara para Nekroos y, esta última, a pesar de ser la más igualada de las tres, hubo cierta superioridad de Jaze. Los jueces votaron a Chuty. Ni el propio Chuty lo entendía.
El evento parecía que se venía abajo. Los propios freestylers comentaban lo ocurrido desde el backstage y se mostraban indignados con los resultados de las dos primeras batallas. Algunos, incluso, expresaron que se encontraban sin ganas de competir. ¿Estos resultados fueron predeterminados para que la competición tuviese emoción?, nos preguntábamos todos. Tan solo llevábamos dos batallas y ya teníamos polémica, pero el show debía continuar.
El resto de la competición se desarrolló, dentro de lo posible, en la normalidad. La tónica principal del evento continuó siendo el de las réplicas innecesarias. Y el público, que debido al elevado precio de las entradas no era un público asiduo a las batallas, gritaba las rimas más básicas y no hacía ningún tipo de ruido ante las rimas más ingeniosas.
De esta forma, se produjo el tercer resultado polémico de la tarde. Cacha y Zaina vencieron a Jony Beltrán y Lobo Estepario. Según los jueces. El público gritaba a los argentinos rimas que ya se han dicho mil y una veces y que cualquier aficionado a las batallas se aburre de escucharlas. Además de recurrir constantemente al populismo para provocar el grito desmesurado del público. Sin embargo, la mayoría de las rimas de los mexicanos, muy superiores en ingenio respecto a las de sus rivales, no recibían ningún apoyo por parte de los espectadores. Y así, demostrando una vez más que los jueces interponen el grito del público a la calidad de la rima, Cacha y Zaina se llevaron la batalla. Jony Beltrán no pudo contener la rabia que tenía dentro por todo lo que estaba ocurriendo y al acabar la batalla cogió el micrófono y expresó lo que todos sentíamos: “Es el peor jurado”.
Si se quieren profesionalizar las batallas de gallos y que los freestylers puedan vivir de esto no puede haber jurados así. Una competición con los mejores batalleros del mundo debe contar también con los mejores jurados del mundo. Y estos jueces han demostrado, en más de una ocasión, que no lo son y aún así repiten en cada God Level. Las constantes réplicas innecesarias y las erróneas tomas de decisiones así lo reflejan. Un juez profesional no puede valorar más una rima básica y repetida hasta la saciedad que una rima de gran calidad e ingenio solo porque el público la grite. Si esto sigue así, estos eventos se convertirán en un circo y habrá que volver a hacer por el bien del rap improvisado, como en 2009, un parón.