Es lógico que, cuando pensamos en uno de los parques más bonitos de Madrid, pensemos de forma automática en el Parque de El Retiro. Sin embargo, la ciudad esconde muchos secretos y rincones no tan populares que esconden una gran belleza. Es el caso del Parque El Capricho, el único jardín del romanticismo que se conserva en Madrid. 

 

Este parque es, sin duda, uno de los más bonitos de la ciudad, pero también es uno de los grandes desconocidos. Ubicado en Alameda de Osuna, 25, cuenta con una extensión de 14 hectáreas a lo largo de las cuales se extienden tres tipos de jardines; el de estilo francés le aporta un carácter refinado, mientras que el italiano le aporta el encanto del movimiento del agua y la decoración a base de fuentes y estatuas. No obstante, la magia del estilo inglés es el que marca la mayor parte del parque, dándole un aire salvaje y lleno de vida valiéndose de la naturaleza.

 

 

Dentro del parque encontramos diferentes rincones por los que perdernos durante nuestro paseo. Algunos de los más destacados son el gran estanque de patos y cisnes, el Casino de baile, el Templete de Baco o el Laberinto, que durante los años 40 quedó destruido por un avión que realizó un aterrizaje de emergencia.

 

Otro de los principales puntos de interés es el palacio, construido en el S. XVIII, que tuvo que ser restaurado tras la ocupación de los franceses. No obstante, uno delos 'caprichos' más llamativos es la Casa de la Vieja. Una construcción de labranza repleta de flores que se ha convertido en el centro de casi todas las fotografías que los visitantes realizan en el recinto. Entre los secretos de El Capricho, resalta el búnker que se construyó durante la Guerra Civil, ubicado junto al palacio, y que se encuentra en perfecto estado de conservación.

 

Un lugar especial