Otro registro permitió descubrir el teléfono y resto de objetos robados a la menor
La investigación se inició el pasado 14 de octubre cuando una joven alertaba al 091 de que se estaba produciendo un asalto en el domicilio donde residía su hermana junto a sus padres en el madrileño barrio de Carabanchel. La joven relató que su padre la había llamado por teléfono, diciendo que acababa de recibir unos vídeos en los que su hermana aparecía desnuda y amordazada y que le pedían una transferencia de 1.000 euros para liberarla.
Abordada por la espalda con un cuchillo
Cuando agentes de seguridad ciudadana acudieron al lugar, pudieron acceder al domicilio encontrando a la menor tumbada en la cama con actitud somnolienta y desorientada, así como con un profundo corte en la mano. La joven relató a los agentes que mientras se encontraba en el salón de la vivienda fue acometida por la espalda por un varón que portaba un cuchillo de grandes dimensiones, con el que tras un forcejeo la maniató y tapó la cabeza.
También, narraba que fue obligada a desnudarse y a ser fotografiada, así como a grabar mensajes con su propio teléfono, pidiendo auxilio a sus padres para que proporcionaran al agresor 500 euros cada uno y así evitar que la raptaran. Además, denunció que el agresor abandonó el lugar apropiándose de su teléfono móvil, un ordenador portátil, una tablet, dinero en efectivo y una tarjeta de débito.
Los agentes iniciaron la investigación y pudieron corroborar lo manifestado por la víctima con el testimonio de su progenitor, quien relató que había recibido videos e imágenes de su hija maniatada y amordazada, al tiempo que le exigían una transferencia bancaria para liberar a la menor.
Descubrieron que el padre había sido el propio secuestrador
Las gestiones practicadas por los investigadores permitieron determinar que el verdadero autor del asalto había sido el propio padre y que este había enviado los vídeos, imágenes y peticiones de rescate desde el móvil de la víctima a su propio teléfono.
Tras detener al varón los investigadores llevaron a cabo una entrada y registro en el lugar de trabajo donde se le intervino un terminal móvil que contendría vídeos de contenido sexual sobre su hija y dinero en efectivo. Otro registro llevado a cabo en el domicilio del arrestado permitió descubrir el teléfono y resto de objetos robados a la menor, así como otros elementos probatorios –bridas, cinta de carrocero, cuerdas, sustancias farmacológicas y material de almacenamiento informático-.