Ante el miedo de que el agresor cumpliera con sus amenazas de muerte, la víctima decidió acompañarle. Para suerte de la víctima, logró convencer a su expareja para que le dejase pasar por casa, con la promesa de irse a vivir juntos, y poder así ponerse en contacto con su madre.

El agresor, a prisión

La Policía, que ya había difundido las fotografías de víctima y agresor a toda la región policial ante la denuncia de la madre, dio con el paradero de la mujer y arrestó al agresor por los presuntos delitos de detención ilegal y violencia de género. Se decretó el inmediato ingreso en prisión tras pasar a disposición judicial.